viernes, 22 de enero de 2016

JUVENTUD LUCHADORA

Carlos San Juan es un joven farmacéutico cacereño hijo de unos buenos amigos: María José y Paco. Trabaja en la oficina de farmacia familiar junto a su madre que es la titular de la misma. Hace unos días ha defendido su tesis doctoral en la facultad de Veterinaria de la Universidad de Extremadura obteniendo la calificación de “cum laude”.

Carlos representa a una buena parte de la juventud española que posee un notable grado de preparación académica y lucha por hacerse un puesto en la sociedad.

 Es un ejemplo de superación del que dan muestras muchos de nuestros jóvenes. Ha dedicado varios años y numerosas horas de labor a realizar un proceso de investigación académica para conseguir culminar su doctorado. Y lo ha hecho compatibilizándolo con su trabajo en la empresa privada, sin la cobertura que proporciona el estar integrado de lleno en la universidad. Lo que es un mérito todavía mayor y además demuestra un afán de progreso encomiable.

Como contrapunto nos encontramos que para una buena parte de nuestra juventud que tiene una preparación excelente - es fácil hallar jóvenes titulados con dos carreras, uno o varios másteres y el dominio de más de un idioma – la sociedad española se muestra incapaz de ofrecerles un puesto de trabajo digno, acorde con su capacidad y sus conocimientos.

Pese a disponer de un número muy elevado de licenciados universitarios e ingenieros, España está inmersa en un proceso de desindustrialización galopante: prácticamente han desaparecido del mapa la siderurgia y los astilleros y en general la industria pesada y también se han reducido sensiblemente subsectores como el textil o el electrónico por lo que el sector industrial ha pasado de representar más del 30 % del PIB nacional hace unos años a tan sólo un 15 % en la actualidad.

Con la minería y la pesca en claro retroceso; con el sector de la construcción en crisis; con la agricultura y la industria agroalimentaria estancadas cuando deberían ser uno de los pilares de nuestro desarrollo; con recortes en cultura, en educación o sanidad, y con la inversión pública en infraestructuras muy afectada por importantes reducciones, nos encontramos ante un país que no es capaz de renovar su modelo productivo y escapar de la crisis.

Desde que con una torpeza inconcebible en un genio de las letras y con una gran falta de prospectiva Don Miguel de Unamuno sentenció aquello de “que inventen ellos” España no ha sido capaz de dotarse de una adecuada infraestructura científica y tecnológica de investigación e innovación, indispensable para poder ampliar y diversificar nuevos sectores de actividad económica, mejorar la productividad o generar nuevos bienes o servicios de alto valor añadido.

Nos encontramos anclados en el ladrillo y en el turismo que, aunque en estos últimos años funciona bien, tiene un marcado carácter estacional lo cual condiciona la calidad del empleo. No somos capaces de generar en España sectores innovadores basados en las nuevas tecnologías o en novedosos materiales, descubrimientos y diseños que nos permitan llevar a cabo el cambio hacia un modelo de producción más moderno y eficiente.

Miles de jóvenes españoles dotados de gran talento y preparación se ven obligados a emigrar ante la falta de unos mínimos incentivos en el territorio nacional. Formamos a nuestros jóvenes en el seno del sistema universitario español, para una vez adiestrados exportarlos a otros países que se aprovechan, gratuitamente, de nuestro esfuerzo.

Estas naciones incorporan a sus sectores innovadores, de investigación o productivos a nuestros mejores cerebros los cuáles terminan integrándose en esos países, perdiéndose para el nuestro un importante conjunto de personas con una alta cualificación profesional. 

Para salir de esta situación es imprescindible que España regenere e impulse su sector innovador e investigador y a la par se lleve a cabo un proceso de reindustrialización con producción de nuevos bienes y puesta en marcha de sectores innovadores. De este modo nuestros jóvenes podrán entregar su talento y su trabajo al progreso de España. Como ha hecho mi amigo Carlos San Juan con su tesis doctoral.


1 comentario:

  1. José Ignacio, en tu entrada del 27/11/2015, "Desigual retribución del mérito", ya reflejabas la realidad actual de la investigación, desarrollo, innovación científica y tecnológica. Que por otro lado, no difiere mucho de la de hace cuarenta años, cuando estudié yo. Por eso hay que admirar a la juventud, como Carlos San Juan Serrano, que siguen formándose sin tirar la toalla. Aunque algunos, por desgracia, lo tienen que hacer para poder subsistir en esta sociedad. Enhorabuena Carlos!!!

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