viernes, 6 de noviembre de 2015

LAS EDADES DEL HOMBRE

Las Edades del Hombre es una muestra de arte sacro que ha cumplido varias ediciones y que tiene como marco itinerante diversas catedrales, iglesias o monasterios de la comunidad autónoma de Castilla y León.

La edición de este año ha estado dedicada a Teresa de Jesús: maestra de oración, para conmemorar el quinto centenario del nacimiento de la santa andariega en Ávila el 28 de marzo de 1515.

La muestra se ha ubicado en cuatro sedes, tres de ellas situadas en Ávila, tierra de cantos y de santos, y una cuarta en Alba de Tormes lugar en donde falleció Teresa el 4 de octubre de 1582. Se dio la circunstancia de que como ese mismo día se sustituía el calendario juliano por el gregoriano, el día 4 pasó a ser el día 15 de octubre, día en que celebramos su muerte y su fiesta religiosa.

He tenido la oportunidad de poder visitar las sedes de Ávila, situadas en el convento de Nuestra Señora de Gracia en donde la santa ingresó como interna y descubrió su vocación, en la capilla de Mosén Rubí y en la iglesia de San Juan Bautista templo en el que Teresa de Jesús fue bautizada el día 4 de abril de 1515 y en donde se conserva la pila bautismal.

La iconografía es muy amplia y variada y nos presenta obras de un elevado valor artístico. Algunas de ellas son de autor anónimo pero otras muchas salieron de la mano de artistas del cincel o del pincel tan destacados como: Salzillo, Gregorio Fernández, Martínez Montañés, Juan de Juni, Francisco Rizi o Francisco de Zurbarán entre otros.

En las tres sedes abulenses late el espíritu de Teresa Sánchez de Cepeda y Ahumada, santa Teresa de Jesús o Teresa de Ávila, una mezcla de misticismo traducido en sus procesos personales de éxtasis y de transverberación o transfixión[1] y de ascetismo que es el que hallamos en la paciencia y conformidad con la que llevó sus enfermedades, padecimientos múltiples y persecuciones, así como en el estilo de vida que imprimió a su proceso de reforma de la Orden del Monte Carmelo para fundar la Orden de las Carmelitas Descalzas a las que reintegró a la austeridad, a la pobreza y a la clausura.

En unos momentos en los que algunos partidos políticos tratan con excesiva frivolidad la presencia de la Iglesia Católica en la vida española, habría de tenerse en cuenta lo que esa institución universal, con sus luces y sus sombras, ha aportado a la historia y a la cultura de España. Una muestra de ello está en las Edades del Hombre cuya organización es un éxito indiscutible tanto de la administración que más apoya este evento, la Junta de Castilla y León, como de la Fundación organizadora y también de sus patrocinadores.

Se vislumbra la posibilidad de que en una próxima edición, tal vez la de 2017, la muestra salga parcialmente de Castilla y León y tenga sus sedes en la ciudad extremeña de Plasencia y en la salmantina de Béjar.

Sería un gran logro para Extremadura la posibilidad de que la diócesis de Plasencia, a la que pertenece el arciprestazgo de Béjar, acogiese este magnífico acontecimiento que marcaría un hito en la historia placentina y bejarana, dos ciudades que siempre han estado muy unidas por encontrase ambas situadas en la Ruta de la Plata y a tan sólo 60 kilómetros de distancia.

Sería un homenaje muy merecido a la diócesis de Plasencia, en donde, en tiempo de santa Teresa, se dieron agrias discusiones entre carmelitas calzados y descalzos, en el transcurso del capítulo general que tuvo lugar en la ciudad y que atribularon a la santa de Ávila.

Una diócesis tan antigua como la placentina – que fue proclamada canónicamente en 1189 por el papa Clemente III y cuyo primer obispo fue Don Bricio, un prelado mitad monje, mitad guerrero, que ayudó con su hueste en 1212 al triunfo en las Navas de Tolosa de Alfonso VIII fundador de la ciudad de Plasencia - recibiría un espaldarazo y un reconocimiento histórico con la celebración de este magno acontecimiento en su sede placentina y en su arciprestazgo bejarano.

Lugares para ubicar la muestra los hay en buen número en la ciudad del Jerte: las catedrales vieja y nueva o la iglesia de San Martín que conserva un retablo muy valioso de Luis de Morales “El Divino” o alguno de los varios conventos de la ciudad, junto a la iglesia arciprestal de Béjar serían lugares idóneos para acoger este importante evento de arte religioso.

Desde Extremadura hay que trabajar con ahínco para conseguirlo. Merece la pena.





[1] Transverberación o transfixión: Acción de herir pasando de parte a parte. Referido a los dolores de la Virgen. (DRAE).

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