viernes, 9 de octubre de 2015

EL CASO VOLKSWAGEN

Hace tres años adquirí un vehículo diésel Volkswagen Passat automático de 170 CV de potencia. Hasta ahora ha funcionado de maravilla sin el más mínimo fallo, ni mecánico ni de seguridad. Como información complementaria he de añadir que el trato que me ha dispensado el concesionario de la marca en Cáceres, Santano Automoción, ha sido excelente. No tengo la más mínima queja del vehículo ni del vendedor del mismo.

De pronto salta a la palestra una información procedente de Estados Unidos en la que se asegura que algunos vehículos de esta marca están equipados con un software para enmascarar el control de las emisiones reales de gases a la atmósfera y que lo que en realidad ocurre es que emiten más gases, no se dice cuáles ni la cantidad en exceso, de los que anuncia el fabricante. Ignoro todavía si mi vehículo está afectado por este problema.

De inmediato se arma la marimorena y se trata de culpar a la compañía Volkswagen y también a Audi, Skoda y Seat que equipan motores de la marca alemana, de todas las muertes por contaminación respiratoria habidas y por haber. Como si los coches de Volkswagen y de sus filiales fuesen los únicos  que emiten gases a la atmósfera y el resto de vehículos de otras marcas fuesen unos santos varones que están impolutos.

En España ya hay organizaciones de consumidores que venden la especie de que la compañía o bien dará un vehículo nuevo o indemnizará a los afectados. Y que van a por la Volkswagen. Y como la gente se apunta a un bombardeo pues ya tienen miles de seguidores esperando el aguinaldo. Como era de prever los ecologistas también se lanzan a la yugular de la empresa. ¡Faltaría más¡

Nuestro insensato ministro de Industria, sin conocer en profundidad la magnitud del problema, se tira al ruedo y suelta de inmediato que exigirá a la marca alemana la devolución de la ayuda de 1.000 € por vehículo del Plan PIVE, RENOVE o como se llame. Justo lo que necesita el constructor para bloquear la inversión de 4.200 Millones de € que tiene prevista en España. A la semana un comunicado de Volkswagen indica que sólo se llevarán a cabo las inversiones estrictamente necesarias, dada la cuantía prevista a la que tendrá que hacer frente la marca para posibles indemnizaciones. O sea que ya podemos despedirnos de las ampliaciones en España. Y de los puestos de trabajo.

Todos estos que se rasgan las vestiduras por el incremento de emisiones como consecuencia del software pirata de los alemanes, no han abierto el pico ni culpado de la contaminación ambiental que nos mata a por ejemplo: la emisión de centrales térmicas de carbón, fuel o gas, la radiación de centrales nucleares y de la acumulación de sus residuos, los polígonos químicos, las refinerías, las cementeras, las minas, los vertidos urbanos, industriales o agrícolas no depurados que van a nuestros ríos y acuíferos, los cultivos transgénicos de efectos desconocidos, los aditivos múltiples que llevan nuestros alimentos, bebidas y conservas, los efectos secundarios de los medicamentos y de sus interacciones, los recortes en sanidad que matan mucho más que las emisiones de gases o la pobreza y la desigualdad que tienen en la inanición a millones de personas en el mundo.

Ahora resulta que por una diferencia todavía no cuantificada - que al menos yo desconozco porque no he visto que se haya hecho pública en los medios de comunicación -  entre las emisiones teóricas y las reales Volkswagen se está cargando a media humanidad. No se lo creen ni ellos.

Da la impresión de que todo este proceso es una guerra comercial dentro del sector automovilístico que mira tú por donde se inicia en Estados Unidos, que a lo mejor trata de presionar a la UE para que suscriba el TTIP, ya que acaba de firmar el TPP con varios países de América y del Pacífico que, entre otras cosas, fabrican coches.

¿Por qué esta liebre no se ha levantado en Europa que es donde se fabrican los motores Volkswagen? “Chi lo sa” que diría un italiano.

Ya veremos esto de las emisiones de Volkswagen en qué queda porque el resto de marcas están calladitas. ¿Por qué será? Me malicio que aquí está emitiendo por encima del nivel autorizado todo el mundo. Al tiempo.

Lo sensato es esperar para conocer con la mayor exactitud la magnitud del problema y después de una evaluación racional de sus efectos exigir a Volkswagen las responsabilidades que procedan. Y a otras compañías fabricantes si también lo hacen. Pero con mesura y equidad, no dando palos de ciego.




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