INGENIEROS DE POSGUERRA
La dictadura franquista surgida de un triunfo
contrarrevolucionario en la cruenta guerra civil que asoló España durante tres
trágicos años restringió libertades desde el punto de vista político, y
represalió a personas de forma injustificada en muchos casos, pero también tuvo
muchas y destacadas luces desde el punto de vista de la economía y del
desarrollo español.
La
administración franquista vio nítidamente desde el primer momento, que la única
posibilidad de sacar a España de la terrible devastación producida por la
guerra civil era la de disponer de unos cuadros de ingenieros superiores y de
peritos, ayudantes y aparejadores, más tarde denominados ingenieros técnicos,
que pudieran coadyuvar en el empeño de conseguir los objetivos de recuperar
España. Los primeros como especialistas en el proyecto, diseño y dirección de
las obras y actuaciones a llevar a cabo y los segundos más apegados al terreno
práctico, pero cuya labor fue decisiva para plasmar y construir lo proyectado.
Los
ingenieros que se formaron en el período franquista lo hicieron en las escuelas
superiores de Aeronáuticos, Agrónomos, Arquitectura, Caminos, Canales y
Puertos, ICAI, Industriales, Minas, Montes, Navales y Telecomunicaciones y en las
escuelas técnicas de grado medio de dichas especialidades. No sé si me olvido
de alguna de ellas pues ha pasado mucho tiempo.
En
las escuelas superiores y medias de aquel entonces, se estudiaba de lo lindo y
no hacían falta notas de corte, ni otros inventos y zarandajas para entrar en
ellas. Solamente había dos premisas: un alto nivel de exigencia de
conocimientos a los alumnos por parte del profesorado y el esfuerzo y
aplicación de los discentes para superar las pruebas que se le ponían por
delante y alcanzar una buena formación.
Y
de ahí surgió una pléyade de ingenieros cuya labor fue decisiva en la
recuperación de España, pues lograron diseñar y construir una serie de obras y
actuaciones que catapultaron al país, hasta conseguir llegar a ser la octava
economía del mundo. Y eso que contábamos con la antipatía de bastantes de los
progres de entonces. Muy parecidos a los de ahora.
España
se llenó de embalses y algún que otro trasvase, para resolver los tradicionales
problemas de regulación de agua y sequía que generaba el clima mediterráneo;
más de un millón de hectáreas transformadas en regadío, expropiando
parcialmente tierras a los poderosos para instalar empresarios agrarios: los llamados
colonos fijando la población en el territorio; nacimiento de cooperativas de
todo tipo para comercializar y exportar productos; una red de carreteras,
autovías y ferrocarriles, puertos y aeropuertos para facilitar el transporte y
la comunicación de personas y mercancías entre los distintos puntos del país; polos
de desarrollo y polígonos industriales para acoger una potente industria
automovilística, siderúrgica, textil o química, miles y miles de viviendas de
protección oficial y sociales para los españoles.
Por
supuesto el mérito de los conseguido no fue sólo de los ingenieros y técnicos.
El pueblo español sus trabajadores, empresarios, contratistas de obras y
servicios., con su trabajo infatigable y denodado esfuerzo, consiguieron sacar
a España de la devastación en la que estaba sumida, tras la guerra civil y
diseñar un país moderno que, tras la muerte de Franco, se convirtió en una
democracia homologable con las europeas.
Yo
fui uno de los ingenieros de Franco. En España entonces todos los ingenieros lo
éramos. No podías ser otra cosa si te quedabas en España. Otra cuestión muy
distinta eran las ideas políticas de cada uno. Pero desde el punto de vista
ingenieril fuimos ingenieros de Franco, que era quien mandaba en la España de
entonces.
Analizaré
someramente la situación de los ingenieros centrándome en mi especialidad que
era la de Ingeniero Agrónomo.
Recuerdo
que dependientes del Ministerio de Agricultura, existían una serie de
organismos autónomos servidos por ingenieros superiores y técnicos de diversas
especialidades que desarrollaron una labor impagable en la modernización del
agro español. Los más destacados fueron IRYDA (Instituto Nacional de Reforma y
Desarrollo Agrario), ICONA (Instituto de Conservación de la Naturaleza), SENPA
(Servicio Nacional de Productos Agrarios), SEA (Servicio de Extensión Agraria)
y ADG (Agencia de Desarrollo Ganadero), todos coordinados por los servicios del
Ministerio.
Llevaron
a cabo todos ellos una labor impresionante en el desarrollo y modernización del
sector agrario español, que pasó de una situación de subsistencia a conseguir la seguridad alimentaria para los
españoles, la cual era vital para poder desarrollar el resto de los sectores de
la economía y convertirnos en un país modernizado, homologable con las
economías y democracias europeas, de cuyas instituciones España pasaría a
formar parte tras la muerte del dictador y un ejemplar período de transición
que trajo la paz y reconciliación de los españoles y uno de los períodos más
prósperos de España.
Los
ingenieros de posguerra serían un elemento muy eficaz para recuperar España y
sacarla del pozo en el que se encontraba.
Y la historia, escrita por expertos
imparciales y no por historiadores ideológicamente sectarios, ya ha juzgado la
importancia que tuvieron para el desarrollo español los ingenieros de Franco.
Los ingenieros de posguerra.
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