sábado, 11 de mayo de 2024

 

INGENIEROS DE POSGUERRA

 La dictadura franquista surgida de un triunfo contrarrevolucionario en la cruenta guerra civil que asoló España durante tres trágicos años restringió libertades desde el punto de vista político, y represalió a personas de forma injustificada en muchos casos, pero también tuvo muchas y destacadas luces desde el punto de vista de la economía y del desarrollo español.

La administración franquista vio nítidamente desde el primer momento, que la única posibilidad de sacar a España de la terrible devastación producida por la guerra civil era la de disponer de unos cuadros de ingenieros superiores y de peritos, ayudantes y aparejadores, más tarde denominados ingenieros técnicos, que pudieran coadyuvar en el empeño de conseguir los objetivos de recuperar España. Los primeros como especialistas en el proyecto, diseño y dirección de las obras y actuaciones a llevar a cabo y los segundos más apegados al terreno práctico, pero cuya labor fue decisiva para plasmar y construir lo proyectado.

Los ingenieros que se formaron en el período franquista lo hicieron en las escuelas superiores de Aeronáuticos, Agrónomos, Arquitectura, Caminos, Canales y Puertos, ICAI, Industriales, Minas, Montes, Navales y Telecomunicaciones y en las escuelas técnicas de grado medio de dichas especialidades. No sé si me olvido de alguna de ellas pues ha pasado mucho tiempo.

En las escuelas superiores y medias de aquel entonces, se estudiaba de lo lindo y no hacían falta notas de corte, ni otros inventos y zarandajas para entrar en ellas. Solamente había dos premisas: un alto nivel de exigencia de conocimientos a los alumnos por parte del profesorado y el esfuerzo y aplicación de los discentes para superar las pruebas que se le ponían por delante y alcanzar una buena formación.

Y de ahí surgió una pléyade de ingenieros cuya labor fue decisiva en la recuperación de España, pues lograron diseñar y construir una serie de obras y actuaciones que catapultaron al país, hasta conseguir llegar a ser la octava economía del mundo. Y eso que contábamos con la antipatía de bastantes de los progres de entonces. Muy parecidos a los de ahora.  

España se llenó de embalses y algún que otro trasvase, para resolver los tradicionales problemas de regulación de agua y sequía que generaba el clima mediterráneo; más de un millón de hectáreas transformadas en regadío, expropiando parcialmente tierras a los poderosos para instalar empresarios agrarios: los llamados colonos fijando la población en el territorio; nacimiento de cooperativas de todo tipo para comercializar y exportar productos; una red de carreteras, autovías y ferrocarriles, puertos y aeropuertos para facilitar el transporte y la comunicación de personas y mercancías entre los distintos puntos del país; polos de desarrollo y polígonos industriales para acoger una potente industria automovilística, siderúrgica, textil o química, miles y miles de viviendas de protección oficial y sociales para los españoles.

Por supuesto el mérito de los conseguido no fue sólo de los ingenieros y técnicos. El pueblo español sus trabajadores, empresarios, contratistas de obras y servicios., con su trabajo infatigable y denodado esfuerzo, consiguieron sacar a España de la devastación en la que estaba sumida, tras la guerra civil y diseñar un país moderno que, tras la muerte de Franco, se convirtió en una democracia homologable con las europeas.

Yo fui uno de los ingenieros de Franco. En España entonces todos los ingenieros lo éramos. No podías ser otra cosa si te quedabas en España. Otra cuestión muy distinta eran las ideas políticas de cada uno. Pero desde el punto de vista ingenieril fuimos ingenieros de Franco, que era quien mandaba en la España de entonces.

Analizaré someramente la situación de los ingenieros centrándome en mi especialidad que era la de Ingeniero Agrónomo.  

Recuerdo que dependientes del Ministerio de Agricultura, existían una serie de organismos autónomos servidos por ingenieros superiores y técnicos de diversas especialidades que desarrollaron una labor impagable en la modernización del agro español. Los más destacados fueron IRYDA (Instituto Nacional de Reforma y Desarrollo Agrario), ICONA (Instituto de Conservación de la Naturaleza), SENPA (Servicio Nacional de Productos Agrarios), SEA (Servicio de Extensión Agraria) y ADG (Agencia de Desarrollo Ganadero), todos coordinados por los servicios del Ministerio.

Llevaron a cabo todos ellos una labor impresionante en el desarrollo y modernización del sector agrario español, que pasó de una situación de subsistencia  a conseguir la seguridad alimentaria para los españoles, la cual era vital para poder desarrollar el resto de los sectores de la economía y convertirnos en un país modernizado, homologable con las economías y democracias europeas, de cuyas instituciones España pasaría a formar parte tras la muerte del dictador y un ejemplar período de transición que trajo la paz y reconciliación de los españoles y uno de los períodos más prósperos de España.

Los ingenieros de posguerra serían un elemento muy eficaz para recuperar España y sacarla del pozo en el que se encontraba.

 Y la historia, escrita por expertos imparciales y no por historiadores ideológicamente sectarios, ya ha juzgado la importancia que tuvieron para el desarrollo español los ingenieros de Franco. Los ingenieros de posguerra.

 

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