ACUERDO
DE DOÑANA: TODOS CONTENTOS, PERO…
La
Junta de Andalucía y el Ministerio de Transición Ecológica han suscrito un
acuerdo sobre Doñana que da solución al contencioso que sobre el mismo y sus
regadíos de la Corona Norte mantenían ambas administraciones. Al parecer la
firma del acuerdo ha dejado contentos a todos: administraciones nacional,
autonómica y local, agricultores, ecologistas y público en general.
Consideraba
en una reciente entrada de este blog, que la causa principal del deficiente estado
ambiental en que se encuentra el Parque Nacional de Doñana, es la falta de
lluvias. Cuando no llueve lo suficiente, el acuífero no se recarga, los niveles
piezométricos descienden y el sistema de lagunas superficiales interconectado
con el acuífero: los llamados lucios, se seca.
Prueba
de que la sequía es la causa principal de la situación del Parque, la
encontramos en que, también, los embalses que retienen aguas superficiales en
la cuenca del Guadalquivir están bajo mínimos.
Vaya
por delante, que soy partidario de proteger el Parque Nacional de Doñana porque
es un ecosistema de alto valor ambiental. Para preservar esos valores
ambientales ha sido también declarado Reserva de la Biosfera en 1980 y
Patrimonio de la Humanidad en 1994.
El
acuerdo suscrito entra el gobierno central y la Junta de Andalucía, que parece
ser muy amplio, se sustancia en la inversión de unos 1.400 millones de euros,
hasta el año 2027. No he podido encontrar el detalle, de en qué actividades
concretas se invertirá esa elevada cantidad. Sólo grandes grupos de ellas.
En
la práctica la inversión se repartirá a medias entre el gobierno nacional y el
autonómico. Aproximadamente 700 millones de euros cada uno.
La
clave del convenio se encuentra en que los agricultores de “berries” (fresas,
frambuesas, arándanos, moras o grosellas) de la denominada Corona Norte en los
términos municipales de Moguer, Rociana del Condado, Bonares, Lucena del Puerto
y Almonte, van a renunciar al regadío, a cambio de una sustanciosa ayuda para
convertir sus tierras en zona forestal o dejarlas en su estado natural. 100.000
€ por hectárea, pagados en cinco años a 20.000 € anuales. Casi nada. Más de
16,5 millones de las antiguas pesetas por hectárea. Esta oferta es muy
interesante para el agricultor, porque es superior al precio de mercado y ni te
cuento si encima regaban ilegalmente.
De
estos 100.000 €/ha, 70.000 € los pondrá el Estado, 20.000 € la Junta de
Andalucía y 10.000 € la Diputación Provincial de Huelva.
Aquí
está la clave del acuerdo. Se renuncia al regadío a cambio de una sustanciosa
indemnización, manteniendo la propiedad de las tierras. Un chollo. Claro que
como España es un país muy rico que está endeudado hasta las cejas, pues el
aumentar algo más la deuda no tendrá más importancia y pelillos a la mar.
Según
la Federación Onubense de Empresarios la superficie afectada no llegará a las
1.000 ha. Esto supone que la producción de frutos rojos en Huelva se verá
reducida en un 6 % aproximadamente. Estas cifras resultarán asumibles por la
economía onubense.
La
Junta de Andalucía parece que invertirá unos 335 millones de euros en obras
hidráulicas de depuración, abastecimiento o embalses que no se explicitan, y
251 millones de euros de fondos europeos se invertirán en agricultura para
modernización y comercialización de productos. Supongo que a este concepto
imputarán su parte en la ayuda para abandonar el regadío.
Luego
hay “pedrea” de millones en donde casi todos resultan beneficiados. 30 millones
de euros para energías renovables. Espero que no se les ocurrirá llenar el
parque de paneles solares o de aerogeneradores destructores del paisaje. 70
millones de euros irán para los ayuntamientos, e incluso 32 millones de euros
se destinarán a mejorar las condiciones de trabajo y habitabilidad de los
temporeros que acuden a Huelva en época de recolección de frutos. También el
sector pesquero recibirá su parte con 23,5 millones de euros, de los cuales 5
millones irán a la coquina, delicioso molusco onubense.
Así
que con este acuerdo a Moreno Bonilla se le ha quitado un gran peso de encima,
por lo que se ha apresurado a firmar el mismo con foto y todo. Además, elude la
controversia ambiental que había en Bruselas sobre el proyecto de ley que ahora
retira.
Es
de esperar que el jerarca andaluz seguirá reivindicando ante el poder central
las obras hidráulicas pendientes desde hace muchos años, que hubieran resuelto
el problema de Doñana al sustituir las aguas subterráneas por aguas
superficiales que no afectaban para nada al parque.
Me
refiero entre otras a las obras de ejecución de la presa de Alcolea (246 Hm3)
sobre el río Odiel que es fundamental para asegurar agua a todo el sistema
hidráulico de Huelva, que se encuentran paradas desde 2017, habiéndose
ejecutado aproximadamente el 20 % y no existiendo fecha previsible para su
reanudación. Tampoco se han llevado a cabo otras obras de interconexión del
sistema Andévalo – Chanza – Piedras - Alcolea y de conducción y distribución de
agua que mejorarían la garantía de los regadíos onubenses.
Ya
veremos, si después de tanto dinero en circulación, al final se consigue que el
Parque de Doñana sea un humedal de primer orden y se preserven en su integridad
todos sus valores ambientales.
Pero
me temo que si no llueve lo suficiente y se corta el período de sequía que
sufrimos, las condiciones ambientales de Doñana no mejorarán sensiblemente. Pero
hay que dar tiempo al tiempo.
En
todo caso, mejor este acuerdo que un mal pleito entre administraciones. Sobre
todo, si cuenta con el beneplácito de los principales afectados: los regantes. Y
es que el dinero hace milagros.
No hay comentarios:
Publicar un comentario