viernes, 28 de julio de 2023

 

NAZISMO, FASCISMO Y COMUNISMO

Es sorprendente el distinto grado de aceptación social que se da hoy día en España a lo que fueron el nazismo y el fascismo del primer tercio y mediados del siglo XX, movimientos desaparecidos tras su derrota en la Segunda Guerra Mundial, y el comunismo. Este último, una dictadura genocida con Lenin y Stalin, que logró camuflarse de modo insólito entre las democracias aliadas (Francia, Reino Unido y Estados Unidos) en la II Guerra Mundial, sigue vivo en la actualidad, llegando a dirigir de manera dictatorial como partido único, países donde la democracia brilla por su ausencia: Rusia, China, Cuba o Venezuela, son algunos ejemplos, e incluso llegando a formar parte de gobiernos teóricamente democráticos como el español.

El nazismo creado por Hitler en los años 30 del siglo pasado gobernaría en Alemania un período de tiempo relativamente corto, entre 1933 y 1945 final de la Segunda Guerra Mundial, en el denominado Tercer Reich, mediante un sistema dictatorial y racista, que propugnaba la supremacía de la raza aria y que llevaría a cabo un holocausto en los campos de exterminio que costó la vida a 6 millones de personas, la mayor parte de raza judía.

El fascismo de Mussolini que surgió en Italia durante la Primera Guerra Mundial era otro sistema dictatorial basado en un líder y su partido asociado que imponían su ley. De carácter ultraderechista y nacionalista se alió con el nazismo en la Segunda Guerra Mundial, incorporando a Japón a dicho eje germano – italiano.

Este eje fue derrotado por los aliados en la Segunda Guerra Mundial. Dicho triunfo le sirvió al comunismo soviético como carta de supervivencia para poder seguir a flote, sin que el resto de aliados tuviera en cuenta el genocidio llevado a cabo en la URSS por Lenin y Stalin.

Tras la última contienda mundial se abrieron dos frentes y las democracias occidentales vieron como el comunismo de la URSS invadía y se apropiaba de países como: Polonia, Hungría, Checoslovaquia, Alemania Oriental, Albania, Bulgaria y Rumanía a los que incluyó en el Pacto de Varsovia para oponerse a las democracias unidas en la OTAN. Yugoslavia, aunque no entró en el Pacto de Varsovia gracias a la personalidad del mariscal Tito, se mantuvo bajo su área de influencia.

La derrota del nazismo y del fascismo por el contrario supuso la práctica desaparición de estos movimientos y su repudio por los países democráticos, mientras el comunismo, vencedor con los aliados en la II Guerra Mundial, sobrevivía en la zona oriental y se asentaba posteriormente en Cuba, apuntando directamente a los Estados Unidos.

Actualmente el comunismo con su legado de miseria en aquellos países en los que se ha introducido como es el caso de Venezuela o Cuba, aplica el consabido principio de vida muelle para los dirigentes del partido y miseria para la población que se ve obligada a exiliarse masivamente. Si les dejan, claro. El muro de Berlín fue un ejemplo paradigmático de cómo actúa el comunismo. En Alemania Oriental no había libertad y los alemanes de dicha zona intentaban la fuga de aquella cárcel, topándose con el muro y con sus guardianes. Intentos de exilio en sentido contrario nunca se produjeron. Porque Alemania Occidental era un país libre. El exilio cubano es otro ejemplo, aquí sin muro, pero con un océano.

La situación actual de España con el comunismo es sorprendente. Se han colado estos comunistas en el gobierno merced a la necesidad imperiosa que tiene el sanchismo para mantenerse en el poder con un reducido número de diputados (120, ahora 122). Sánchez le ha dado vida y respiración asistida a los herederos y seguidores de un sistema político genocida que siempre ha tenido una reducida representación en el Congreso español.

Sanchistas, comunistas de Podemos y otras mareas asociadas, separatistas catalanes y vascos, tienen la desfachatez de calificar de fascistas o nazis, a todos los que no piensan como ellos, con su pensamiento único que pretenden insertar mediante el adoctrinamiento correspondiente, en las mentes de los españoles.

El sanchismo se ha unido al comunismo en una alianza que acabará con el PSOE que conocimos en la transición, una social democracia constitucionalista que hizo un notable esfuerzo para asegurar el paso desde la dictadura franquista a la democracia que ya dura más de 40 años.

El sanchismo y sus aliados atacan ahora esta transición intentando crear una España desigual, en la que los golpistas que quieren separarse de ella reciben un trato preferente al resto de comunidades autónomas que apuestan por una España fuerte dentro de su diversidad, en la que prevalezca la igualdad territorial y no los privilegios de unas sobre otras como pretende el sanchismo con su ocurrencia de una España multinivel.

Hoy día a los que apuestan por la Constitución y no por el pensamiento único de la izquierda radical se les califica de fascistas o de nazis. Cuando el comunismo es el único movimiento genocida que ha pervivido. El fascismo y el nazismo desaparecieron con su derrota en la II Guerra Mundial.

El comunismo sobrevivió y trata de penetrar y hacerse con el poder en países débiles, como es hoy España, para intentar destruirla y tomarse la revancha de su derrota en la guerra civil de 1936. Lo hace camuflado de democracia de Dior y Armani en sus dirigentes, que mantienen casoplones en las mejores áreas residenciales de Madrid. El proletariado anda en el PER, prestaciones por desempleo, Ingreso Mínimo Vital, Renta Básica y otras minucias. De paso Rusia invade Ucrania como ejemplo de los métodos comunistas.

Con su pensamiento único el comunismo, hoy día, es el único régimen dictatorial y genocida que pervive en la actualidad en el mundo, junto con algunas dictaduras religiosas en el oriente medio. Esa es la realidad y no otra.

Este Blog, teniendo en cuenta que sus lectores son merecedores de disfrutar de unas vacaciones, también se tomará un descanso durante el mes de agosto. Salvo que se produjeran acontecimientos excepcionales. Como siempre, gracias a los lectores por el tiempo que me dedican.

 

 

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