viernes, 8 de abril de 2022

 

MULTITUDINARIA PROTESTA DEL CAMPO ESPAÑOL

El pasado 20 de marzo tuvo lugar en Madrid, rompeolas de todas las Españas como versificara Antonio Machado, una histórica manifestación del sector agrario y del medio rural cuya finalidad era que el campo español pusiera de relieve ante la sociedad los momentos de grave crisis por los que atraviesa.

Según todos los conteos participó en el evento un número muy elevado de manifestantes llegado de todos los rincones de España. Las fuentes oficiales estimaban el número de asistentes en 150.000 y los organizadores en 400.000. Otras mediciones calculaban un número de manifestantes aún mayor. Tomemos unas u otras como buenas, la realidad es que hubo un impresionante número de participantes. De ahí que pueda aplicarse a la manifestación el calificativo de histórica.

En la protesta había una amplísima representación de lo que constituye el medio rural español que ocupa en gran medida el territorio de la denominada España vaciada, vacía, despoblada o dejada de la mano de Dios que añado yo. Agricultores de secano y de regadío, ganaderos, cooperativistas, técnicos, propietarios forestales, cazadores, seguidores de la tauromaquia y habitantes del abandonado medio rural estaban presentes en el acontecimiento.

En este mismo blog hace unas semanas publiqué una entrada indicando que la sociedad y los poderes públicos tenían que escuchar atentamente las reivindicaciones del sector agrario y del medio rural.

Los urbanitas y los burócratas, que da la impresión de que desconocen lo que es y representa el campo, quieren imponer al medio rural unos modos de vida, nuevos, basados en un ecologismo infantiloide. No se dan cuenta de que el medio rural ha conservado los valores ambientales que permanecen en sus territorios, gracias a que los agricultores y ganaderos, han venido llevando a cabo una explotación sostenible de los recursos naturales durante siglos.

Hay un movimiento, que se inicia en la mayor parte de las instituciones burocráticas que manejan el mundo, léase la ONU o la UE y, siguiendo sus consignas, en las administraciones españolas, que propugna que el ecologismo, y el cambio climático se conviertan en los nuevos dogmas que regulen la vida de la sociedad. Estos nuevos dogmas se tratan de imponer con reprimendas un tanto apocalípticas.

La Agenda 2030 de la ONU con sus 17 objetivos de desarrollo es una carta de buenas intenciones que contiene contradicciones flagrantes. Por una parte, se pretende alimentar a la población y que nadie pase hambre y por otra se apela continuamente a la sostenibilidad. Que por cierto es algo que ha de tenerse en cuenta. No podemos deteriorar el planeta ni esquilmar sus recursos que son limitados. Pero si hay que alimentar a la población habrá que destinar las suficientes cantidades de tierras y agua para conseguirlo. Si no se hace así estaremos en un mundo sostenible pero lleno de hambrientos. O bien, hay que proceder a regular la población, que esa es otra.

Este ecologismo, algo pueril, se traduce en un acoso ambiental al sector agrario y al medio rural. En el caso europeo muchas de las disposiciones como la Directiva Marco del Agua (DMA), la PAC o el New Green Deal en su estrategia (Farm to fork: de la granja a la mesa) introducen unas componentes ambientalistas que tratan de frenar las producciones agrarias que son necesarias e indispensables para poder asegurar la alimentación de la población. Estas medidas pueden desarmar al sector agrario europeo que es estratégico con vistas a preservar la seguridad alimentaria de los ciudadanos y la fijación de la población en el medio rural.

Echo de menos que entre los objetivos de desarrollo sostenible de la Agenda 2030, no figure uno que, de manera taxativa, persiga el objetivo de fomentar la investigación para tratar de alcanzar la sostenibilidad de los procesos productivos y una mejora de las condiciones del planeta.

Ese sería el camino en el caso agrario. Investigar nuevas técnicas para mejorar el uso del agua y su eficiencia de aplicación; obtención de nuevas variedades de cultivos con más productividad, resistencia a enfermedades y menores necesidades de agua; desarrollar nuevos tipos de fertilizantes y fitosanitarios menos contaminantes y sistemas de manejo y alimentación del ganado que reduzcan sus emisiones de gases de efecto invernadero, así como priorizar la digitalización del sector que mejorará sin duda la sostenibilidad de sus procesos.

La investigación aseguraría la mejora de nuestros sistemas productivos y es más eficaz que la imposición de cortapisas ambientales, que lo único que conseguirán es el desabastecimiento alimentario y el incremento de precios lo que afectará principalmente a las clases menos pudientes.

El sector agrario y el medio rural necesitan precios justos para sus producciones y no estabilización de los mismos e incrementos escandalosos de los costes de los insumos necesarios para producirlos. Así lleva ocurriendo bastante tiempo y especialmente los últimos años que han sido desastrosos. Su consecuencia es el cierre de muchas explotaciones al ver reducida su capacidad de pago hasta el límite de la viabilidad.

Por eso el campo español ha de ser escuchado. Es lógico que se exija que los sistemas sean sostenibles, pero no puede cercenarse el desarrollo sino buscar un equilibrio entre este y la protección ambiental. Si sólo protegemos el medio ambiente, el hombre quedará desprotegido. Y no se podrán cumplir los objetivos de la Agenda 2030.

Y de paso dotar de servicios adecuados al medio rural para que no se despueble. Desde infraestructuras de transporte y comunicación adecuados, a un sistema sanitario cercano y el poder disponer de servicios financieros que están desapareciendo a marchas forzadas del medio rural. No se piden cosas del otro mundo. Sólo unos buenos servicios que permitan la fijación de la población en el territorio.  

Y eso es lo que querían las gentes del campo español que se manifestaron el día 20 de marzo. Que se atiendan sus justas peticiones. Veremos si lo poderes públicos han entendido el mensaje.

 

 

No hay comentarios:

Publicar un comentario