EXTREMADURA EN LA CUMBRE HISPANO - PORTUGUESA DE
TRUJILLO
Hace
unos días se ha celebrado en Trujillo la
XXXII cumbre hispano – portuguesa en versión española, luso – española para los
portugueses. Se trata de una reunión de alto nivel que congrega a los
presidentes de gobierno de ambos países en esta ocasión Pedro Sánchez y António
Costa, y a los titulares de diferentes departamentos ministeriales de las
administraciones española y portuguesa.
Como
acuerdo más importante de la misma se ha complementado el Tratado de Amistad y
Cooperación que suscribiera en 1977 en nombre de España el presidente Adolfo
Suárez, para adaptarlo a las nuevas circunstancias.
Para
Extremadura, esta cumbre era una ocasión de oro para introducir en los acuerdos
bilaterales que se toman alguna actuación relevante que afecte a la región.
Los
acuerdos tomados más importantes que afectan a Extremadura positivamente se han
referido al estatuto del trabajador transfronterizo y a temas de energías
renovables, baterías y coches eléctricos con especial relevancia del Centro
Nacional de Investigación y Almacenamiento de Energía de Cáceres que tiene
prevista una inversión de 70 Millones de euros que ya estaba comprometida por
el gobierno de España.
Entre
los acuerdos sobre infraestructuras se ha firmado un Memorándum de
entendimiento en la materia y se recogen algunos acuerdos que transcribo de la
información facilitada por la Moncloa:
“A título de ejemplo, los
ministros han compartido que ya está en redacción el estudio informativo del
proyecto de la salida Sur de Vigo, que en este trimestre se pondrá en servicio
el tramo de carretera que conecta Fuentes de Oñoro y Vilar Formoso, que el
avance de las actuaciones ferroviarias en el eje Lisboa - Madrid permitirá una
disminución del tiempo de recorrido del 40% a corto plazo o que en junio
terminaron las obras de rehabilitación del Puente Internacional sobre el Río
Guadiana entre Ayamonte y Vila Real de Santo Antonio.
Además, han adoptado dos acuerdos
que recogen el compromiso de ambos países con el objetivo de conseguir una
mayor sostenibilidad y digitalización del transporte.”
De su lectura deduzco algunas
consecuencias que no son nada favorables para Extremadura.
La primera es que el AVE Madrid -
Lisboa no pasará por Extremadura. Puede afirmarse esto porque lo que se está
construyendo entre Plasencia y Badajoz no puede calificarse de un AVE como
puedan ser las líneas Madrid – Sevilla o Madrid – Barcelona que es lo que habría
que exigir a un AVE que una las dos capitales ibéricas. Este tren que tanto
tiempo está costando construir en Extremadura no será el AVE Madrid – Lisboa.
Será otra cosa. El tramo en construcción entra Badajoz y la capital del Jerte no
está dotado del ancho internacional, ni siquiera está hoy día duplicado entre
Montijo y Badajoz. Así que como nos temíamos el AVE de verdad trascurrirá con
alta probabilidad por Salamanca y ya en Portugal se bifurcará en dos ramales
uno a Oporto y otro a Lisboa.
Aquí en Extremadura se sigue distrayendo
al personal por parte de unos y otros sobre si lo que se está construyendo es
AVE, AVE, pero menos, tren de altas prestaciones o tren digno y mareando la
perdiz con fechas y más fechas, que nunca se cumplen. Para al final, allá por
2030 en que parece que llegará a Madrid, dotarnos de un tren que
indiscutiblemente será mejor que la desgracia de la que disfrutamos, faltaría
más, pero no será el AVE entre Madrid y Lisboa.
Manifestaciones del presidente
portugués Antonio Costa sobre la construcción para mercancías y pasajeros del
tramo entre Évora y Badajoz parecen corroborar lo anterior. El primer ministro
portugués habla de alta velocidad (250 km/h máximo) pero no del AVE que todos
conocemos en España. Con lo cual se refuerza la tesis de que el AVE entre
Madrid y Lisboa que sólo tiene justificación con la unión de ambas capitales
europeas no circulará por Extremadura. A Portugal por ahora le interesa más
reforzar el transporte de mercancías hasta el puerto de Sines.
Otra cuestión preocupante es que
en el Memorándum no se dice nada concreto sobre la continuidad de la autovía autonómica
EX – A1, desde Moraleja Oeste hasta la frontera portuguesa en Monfortinho y su
enlace desde allí por autovía, con la A – 23 lusa en Castelo Branco. Solamente
en el apartado 42 del documento de declaración conjunta de la cumbre, se hace
una referencia muy difusa a esta iniciativa.
Esta autovía nace de la A5 en
Navalmoral de la Mata, y es fundamental para el norte de Extremadura, ya que
une las cuatro ciudades de más población (Navalmoral, Plasencia, en donde enlaza
y cruza con la A66 Vía de la Plata, Coria y Moraleja). Es una infraestructura
que completada hasta la A 23 portuguesa favorecería a muchos sectores como la
agricultura y la ganadería, la industria agroalimentaria, nuevas industrias que
puedan instalarse relacionadas con las nuevas tecnologías y el turismo, siendo
el trayecto más corto por carretera entre Madrid y Lisboa. Aspecto muy
importante porque conllevaría una sensible disminución de emisiones de CO2 en
unos tiempos en que hay que buscar fórmulas que mitiguen el cambio climático.
Asimismo, traería consigo un importante ahorro de combustible y de tiempo para quienes
opten por utilizar esta vía.
Concluyo en que una vez más Extremadura
no ha salido nada bien parada de esta cumbre hispano – portuguesa en materia de
infraestructuras de transporte. Otra oportunidad perdida. Y van….
En todo caso, me parece que Badajoz sale más perjudicada aún que Caceres.
ResponderEliminar