viernes, 17 de septiembre de 2021

 

ANDALUCÍA FUTURA POTENCIA ECONÓMICA

Andalucía ocupa una superficie de 87.599 km2 y está poblada por más de 8,5 millones de habitantes. Su territorio se ubica al sur de la península Ibérica dando cara al mar Mediterráneo y al océano Atlántico y más allá al norte de África un continente inexplorado todavía.

Andalucía posee un notable potencial de recursos naturales, que bien explotados e industrializados, harán de esta región una de las más potentes de España, estando ya camino de conseguir este objetivo.

La naturaleza la ha dotado de un mar que le proporciona importantes recursos pesqueros destacando entre otros productos: sardinas y boquerones de Málaga, gambas blancas de Huelva, langostinos de Sanlúcar, atún de las almadrabas gaditanas y una serie de especies como la lubina, la dorada, la corvina, el pargo, la urta, el cazón, o los salmonetes que se comercializan en importantes lonjas como las de Cádiz o Isla Cristina.

Tiene una notable diversidad climática. Encontramos climas subtropicales costeros que permiten el cultivo de especies que son sensibles a los fríos continentales como el aguacate, el mango, la chirimoya, y los “berries” de Huelva (fresas, frambuesas, arándanos) así como de frutales cítricos (naranja, mandarina o pomelo) o de hueso (ciruela, melocotón o nectarina). Y en materia de horticultura, Almería con sus invernaderos se ha convertido en la huerta de Europa.

Su clima interior un poco más continental hace de Andalucía el reino del olivar en el que se producen aceites de oliva de altísima calidad y es el origen de variedades como la Picual o la Hojiblanca y también aceituna de mesa en la que destacan la variedades Manzanilla o Gordal. Excelentes vinos muy afamados como los de Jerez que ocupan las albarizas gaditanas de esta área, vinos cordobeses de Montilla y Moriles o del Condado en Huelva se producen en esta región sureña.

Otros cultivos más extensivos como el maíz, arroz, cereales de invierno, girasol, algodón ocupan suelos muy fértiles que abundan en la región como son los vertisoles andaluces, las conocidas como “tierras de bujeo” que presentan altos contenidos en arcillas expansivas (esmectita y montmorillonita) y tienen altísima fertilidad dada la elevada capacidad de intercambio catiónico de las mismas.

Su potencial de regadío comprende más de 1,1 millones de hectáreas que representan el 30 % del regadío español. Es la región con más superficie de riego de España. El 80 % de la misma se riega por métodos de alta eficiencia.

Sus dehesas de encinas y alcornoques la ocupan cerdos de raza ibérica que, alimentados con sus montaneras, producen afamados jamones y otros derivados, amparados en la denominación de origen Jamón de Huelva, con Jabugo en primera línea. De cerdo blanco en la Alpujarra hay también excelentes productos como el jamón de Trévelez. Y también tiene su asiento en la dehesa andaluza el ganado vacuno de raza retinta, oriundo de Andalucía y muy adaptado al clima. El retinto se cruza industrialmente con otras razas como la charolesa o limusina. Las ganaderías de lidia son otro tesoro de Andalucía, que ocupa parte de este hábitat.

Todos los productos agrícolas y ganaderos son trasformados por medio de una industria agroalimentaria muy potente.

Andalucía, además, tiene un potencial turístico de primer nivel. Turismo de sol y playa en sus costas del Sol o de la Luz, pero también turismo de interior en ciudades tan emblemáticas por su monumentalidad como Sevilla, Granada, Málaga y Córdoba. Pero hay otras ciudades intermedias muy interesantes declaradas patrimonio de la Humanidad como Úbeda y Baeza. Las civilizaciones fenicia, romana, visigoda y musulmana dejaron la impronta de su paso por la región.

Superficies protegidas como el Parque de Aracena y Picos de Aroche, el de Cazorla, Segura y las Villas, la Sierra Norte de Sevilla, Los Alcornocales o el del Cabo de Gata son un atractivo más para los visitantes. Al igual que zonas de turismo rural como la Axarquía, las Alpujarras o los pueblos blancos de Cádiz.

El clima es tan diverso que permite la existencia de nieves perpetúas en Sierra Nevada lo que da lugar a la ubicación allí de una importante estación invernal a la que acuden infinidad de practicantes de los deportes blancos.

Su infraestructura de comunicaciones es muy destacada. Puertos como los de Algeciras de gran actividad en el trasiego de mercancías, o Málaga este último con una importante actividad de turismo de cruceros, destacan en el tema marítimo. Tiene aeropuertos en Almería, Córdoba, Granada, Jerez, Sevilla y Málaga este último el cuarto con más tráfico de pasajeros de España.

En ferrocarriles el AVE llega ya a las principales ciudades y está en marcha la puesta en servicio de aquellas que faltan. Y se construye el corredor mediterráneo decisivo para el transporte de mercancías hacia Europa.

La red de autovías, pendiente de completar en algún caso y de mejorar en otros como la A – 92 va a completar una red de comunicaciones muy importante para la comunidad autónoma.

Las nuevas tecnologías están teniendo una importante representación en Universidades como Málaga o Sevilla, donde existen destacados parques tecnológicos, lo que facilitará la industrialización digital de la región.

Junto a industrias clásicas como la minería o químicas en Huelva, están presentes en Andalucía industrias aeronáuticas como Airbus, que junto a la industria naval van adquiriendo cada vez más importancia. Las factorías automovilísticas también tienen instalaciones en Andalucía y podrán fabricarse allí los nuevos modelos eléctricos o de hidrógeno que sustituirán paulatinamente a los clásicos. Sus altas horas de insolación o de viento terrestre y marino permitirán la instalación masiva de energías renovables.

La región tiene buenas perspectivas de crecimiento y entre 2020 y 2021 su población residente se incrementó en 23.366 habitantes, cuando muchas comunidades autónomas españolas perdían población.

Creo que Andalucía puede ser una potencia económica en el futuro de España. Y pasará de una región que perdió población en la industrialización del siglo XX a ser receptora de habitantes en la industria de las nuevas tecnologías. Creo que están trabajando bien para conseguirlo. Desde mi casa de Islantilla en Huelva, puedo apreciarlo. Creo que acerté adquiriendo mi segunda vivienda en Andalucía. El clima y sus gentes rozan la excelencia. Y por eso me gusta Andalucía. Tal vez los extremeños deberíamos mirarnos en este espejo.

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