CAMBIOS BRUSCOS DE OPINIÓN
Yo
defino a los chaqueteros como aquellos que siempre se arriman al sol que más
calienta y son capaces de cambiar de opinión en tiempo récord para conseguirlo.
Son como la “donna e mobile” del Rigoletto de Verdi. Mutan d’accento e di
pensiero. Capaces en horas veinticuatro de decir una cosa o aceptar una teoría,
a decir y aceptar todo lo contrario.
En
el área de la economía, los empresarios que chaquetean suelen ser muy hábiles
para detectar en donde habrá “pelas” para tratar de apañar todo lo posible. A
ellos le importan un comino España y los españoles. Sólo les mueve su beneficio.
Y les da igual cómo, cuándo y dónde. Sólo les importa el cuánto. Cuanto más se afane,
mejor.
Son
capaces en cortísimos espacios de tiempo, de mostrarse en contra de los
indultos a los golpistas catalanes, a apoyarlos incondicionalmente siguiendo
las directrices dictadas por el gobierno para salvar la cara a unos golpistas. Aunque
ello implique denigrar y desprestigiar al poder judicial, revocando “de facto”
una sentencia - dictada por el Tribunal Supremo, el máximo órgano judicial de
España - que ha contado con todas las garantías procesales para los implicados.
Y
de paso hundir el poco prestigio internacional que le queda a España, que
tendrá muy difícil explicar ante países democráticos de Europa y de fuera de
ella, lo que está ocurriendo en España con el tema de Cataluña. Y, además, proveerá
de argumentos a los tribunales internacionales para que puedan rebatir la sentencia
del principal órgano judicial español. Más desprestigio para los jueces y para
España.
Los
empresarios catalanes de Foment del Treball primero y la CEOE detrás en un giro
copernicano se han tirado al ruedo apoyando los indultos. Garamendi ha hablado,
cuando tenía que haber callado y luego ha matizado sin mucha convicción que
digamos. Porque la CEOE en donde se ubican miles de empresas, la mayoría sin
color político, no ha de tener opinión al respecto.
Y
menos si esta opinión se genera para tratar de que algunos destacados
empresarios se congracien con el poder a fin de pillar el máximo posible del
maná que nos vendrá, aunque sea a gotas y con examen previo de resultados,
procedente de Europa. Se han puesto al lado de las teorías de los que reparten
el pastel. Apoyan los indultos porque lo piden los gobiernos de turno catalán y
español. Si la teoría gubernamental fuese no concederlos como pregonaban en la
campaña electoral, también apoyarían. El trinque está muy por delante de la coherencia,
de la dignidad o de la ética.
Me
sorprende el conformismo con el que se reciben estos indultos por algunos
españoles no independentistas ya que son un insulto para todos nosotros. Todo
el “procés” catalán ha sido una agresión y una afrenta al resto de España. Nos
han calificado de ladrones porque dicen que España les roba, cuando los únicos
ladrones de haberlos son ellos, y se han erigido en algo que recuerda mucho al
racismo nazi como si la catalana fuese una sociedad superior. Están desterrando
de Cataluña el español que es el idioma común, conculcando la ley y la
Constitución. Claro que el incumplimiento de la normativa es la situación
natural que hoy existe en Cataluña. Allí se pasan por el arco del triunfo las
sentencias de los tribunales y las leyes.
Hay
empresarios que han chaqueteado en cuánto han vislumbrado la cercana llegada de
los Fondos Europeos Next Generation y sin el más mínimo rubor se han puesto
incondicionalmente a las órdenes del repartidor. Les importa su interés
particular y no el interés general de España. Intentan pillar todo lo que
puedan. Y saben que es conveniente estar del lado del que reparte. Y el que
reparte para seguir en el poder necesita del apoyo de los separatistas que
gobiernan en Cataluña. Y por esa imperiosa necesidad Cataluña va a salir
claramente beneficiada en el reparto. Ya se ha llevado la mitad de los Fondos
del Covid 19.
Yo
estoy perplejo por el silencio del resto de comunidades autónomas. No hay un
frente de protesta contra este despropósito de beneficiar y mimar al
separatismo catalán, en perjuicio del resto de España, exceptuando el País
Vasco y Navarra que ya tienen su chollo fiscal. La sociedad española está
adormecida, aborregada y teledirigida y aguanta lo que le echen. Subidas
indiscriminadas de los costes de bienes básicos como la electricidad y los
carburantes. Ni un solo movimiento de protesta. Conformismo y silencio salvo
contadas excepciones. Cuando no apoyo como hacen estos empresarios chaqueteros
buscando pillar todo lo que puedan de los Fondos Europeos.
Y
mi perplejidad se acentúa porque este proceso es de suma 0. Lo que se lleve de
más Cataluña, será a costa de quitárselo a otras comunidades autónomas. El
chantaje permanente catalán y la necesidad de apoyos que necesita el gobierno
para mantenerse en el poder, hará que, inexorablemente, un chorro de dinero fluya
hacia Cataluña. No hace falta ser profeta para predecirlo. Ya hay signos
evidentes de ello.
¿Quiénes
serán los paganos? Me temo que los de siempre. Comunidades autónomas de signo
contrario al gobierno, léase Madrid principalmente, aunque aquí lo harán con
cierta discreción porque de lo contrario Ayuso sacará mayoría absoluta dentro
de dos años, y sobre todo las regiones más conformistas y con menos potencial
político entre las que me temo se encontrará Extremadura, una vez más. Esperemos
acontecimientos.
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