EXTREMADURA
DOS: CÁCERES Y BADAJOZ
Cuando
hace muchos años en el colegio recitábamos las provincias de España,
distribuidas por regiones al llegar a Extremadura decíamos los alumnos,
Extremadura dos: Cáceres y Badajoz.
El
hecho de que Extremadura esté constituida por dos provincias, asunto que puede
parecer en principio baladí, resulta determinante porque se da una tendencia a
comparar sistemáticamente una provincia con la otra. Si la región estuviera
formada por más provincias la cuestión dejaría de ser tan importante pues se
produciría un análisis comparativo múltiple.
Cáceres
y Badajoz son dos provincias distintas porque sus recursos naturales y número
de habitantes también lo son. Y sería absurdo pretender que se consiguiera, por
medio de la intervención de los poderes públicos, una igualdad absoluta entre
ellas. Pero sí habría que trabajar para que se diese un cierto equilibrio entre
ambas. Ya que actualmente este equilibrio es inexistente. Pondré algunos
ejemplos de lo que digo.
En
Badajoz se ubica la Delegación del Gobierno en Extremadura. Es el órgano
directivo principal de la Administración
General del Estado para toda la región. Mérida ostenta la capitalidad
autonómica siendo la sede de la presidencia de la Junta de Extremadura y de
todas sus consejerías y empresas públicas autonómicas, así como de la Asamblea de
Extremadura. En consecuencia, todo el poder ejecutivo central y autonómico, así
como el legislativo regional con toda la parafernalia de funcionarios que conllevan
se concentran en la provincia de Badajoz.
Cáceres
sólo se beneficia de ser la sede principal del poder judicial, el Tribunal
Superior de Justicia de Extremadura y eso porque ya se ubicaba allí la
Audiencia Territorial en la antigua demarcación y planta judicial.
De
los presidentes autonómicos, solamente Manuel Bermejo era cacereño y eso en
época de la preautonomía. Los otros presidentes autonómicos: Ibarra, Vara y
Monago son pacenses.
En
la Asamblea de Extremadura hay más diputados de Badajoz que de Cáceres. Creo
que ahora está la relación en 36 y 29 respectivamente. Esta situación, aunque
existan razones de población para justificarla, no deja de ser un desequilibrio
cuando sólo hay dos provincias.
En
materia sanitaria el hospital Universitario de Badajoz es el de referencia para
la mayor parte de las especialidades, dejando al San Pedro de Alcántara y ahora
al Universitario de Cáceres (medio hospital) un número mínimo de especialidades
de referencia. No ha de olvidarse que el hospital de Badajoz es excéntrico
geográficamente dentro de la región.
De
la situación en el área sanitaria de Plasencia, la segunda ciudad de la
provincia cacereña, mejor no hablar. 6 quirófanos cerrados desde hace años por
un problema administrativo. Falta de especialistas en diferentes áreas. La
última ha sido el cierre de quirófanos por baja de 8 de los 11 anestesistas de
plantilla. Sin plan B.
Como
aeropuerto regional se habilita una terminal civil en una base militar en
Badajoz. Este aeropuerto queda poco centrado en la región. Si se hiciera un
estudio distancia/población teniendo en cuenta los principales núcleos de
población extremeños, este aeropuerto regional debería estar ubicado entre
Cáceres y Mérida.
Es
evidente que el bajo nivel de población extremeña, no parece justificar un
aeropuerto regional de AENA. Pero en Andalucía tienen seis para una población
de 8 millones de habitantes. Se podía haber empezado con un aeropuerto modesto,
susceptible de ampliación, en la ubicación antedicha y dejar la base militar
aérea para sus funciones.
La
base militar terrestre más importante, una brigada mecanizada, se ubica en
Bótoa en Badajoz. El CEFOT de Cáceres ha pasado por momentos de inactividad y
ha languidecido en los últimos años.
Una
prueba más del desequilibrio regional. A Plasencia le quitan el Regimiento de
Ordenes Militares nº 37 de base en la ciudad durante muchos años. No se le
compensa esta pérdida. La Academia de la Guardia Civil que lógicamente hubiera
debido ser ubicada en Plasencia se la llevan a Mérida, ya favorecida por su
capitalidad.
Por
cierto, según el Estatuto de Autonomía de Extremadura, la sede del Personero
del Común (el defensor del pueblo extremeño) debería estar ubicada en
Plasencia. Nunca más se supo. Ni está ni se la espera.
Extremadura
deja cerrar sin protesta alguna de su gobierno regional la línea férrea Ruta de
la Plata entre Plasencia y Salamanca. Un palo para la provincia de Cáceres. Ni
una sola actuación de la Junta para su reapertura y acondicionamiento. Parece
que no comprenden que esa ruta es la línea de transporte ferroviario más corta
para sacar los productos extremeños a Europa.
De
las tres plataformas logísticas existentes en la región dos están ubicadas en
la provincia pacense (Badajoz y Mérida) y una sola en la cacereña (Navalmoral
de la Mata).
El
último despropósito, aunque esto está todavía por ver: si hay mina de litio en
Cañaveral, habrá fábrica de baterías en Badajoz. Es otro ejemplo palpable de
que no se busca un equilibrio regional.
El
resultado es que la provincia de Cáceres está perdiendo población y vaciándose
a mucha mayor velocidad que la provincia de Badajoz. Lo que aumenta el
desequilibrio interprovincial.
Todas
estas situaciones están generando malestar en la provincia cacereña que ve como
día tras día las inversiones más importantes y los centros administrativos se
ubican en Badajoz. Se está perdiendo el espíritu regional y esto es un asunto
muy grave.
Nuestros
dirigentes y políticos deberían reflexionar seriamente sobre esta cuestión y
actuar de modo que haya un equilibrio de actuaciones entre las dos provincias.
Eso sería lo equitativo y saludable. Lo otro es reproducir en Extremadura lo
que tantas veces Extremadura critica que se hace en Madrid.
Dado
que este artículo no es políticamente correcto, es altamente probable que no va
a ser del agrado de determinados estamentos políticos y sociales. Lo siento de
verdad porque está escrito buscando el equilibrio y la concordia regional. Ya
que los datos son elocuentes.
Creo que entrar en comparaciones es de una mezquindad y cortedad de miras desleznable. Hay un sesgo localista terriblemente pueblerino. Creo que no ha mencionado nada de las infraestructuras de carreteras debería hacer un análisis. El coste de las inversiones en las autovías de Cáceres Trujillo y Navalmoral Plasencia, el Centro de Mínima Invasión y un largo etc.de decisiones políticas sin el menor sustento de contenido técnico o económico. Badajoz a crecido gracias a la iniciativa privada. Los centros comerciales se ubican tras minuciosos estudios económicos y no por el capricho de la administración. Deje ya el victimismo y a trabajar. A trabajar como región y no con localismos catetos que sólo nos llevan al distanciamiento y la disgregación.
ResponderEliminarVuelva a leer el artículo. Creo que no te has enterado de nada.
EliminarCreo haberlo leído detenidamente. El equilibrio no se consigue únicamente con las decisiones políticas. Hay que despertar a la iniciativa privada y promover el emprendimiento. Reducir el peso del coste de la administración y de la política. Creo que deberías pedir inversiones en infraestructura que posibiliten las relaciones comerciales y económicas entre Cáceres y Badajoz. La autovía entre las dos capitales y conexiones directas por vía férrea. Quitar a una provincia para dárselo a la otra no lleva a ninguna parte. Por cierto, olvide ya aquello de Extremadura dos. ¡Extremadura una!.
EliminarNo voy a polemizar con Vd. No suelo hacerlo con los que me comentan. Así que cada uno con su opinión.
ResponderEliminarAnimo
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