PLASENCIA TAMBIÉN
EXISTE
Plasencia
es una ciudad de casi 41.000 habitantes. La cuarta ciudad en población de
Extremadura. En la distribución provincial de Javier de Burgos de 1833 estuvo a
punto de ser designada capital de una provincia que comprendía las tierras
extremeñas al norte del Tajo. Pero no pudo ser. Los caciques de la época lo
impidieron.
No
obstante, por su situación geográfica es el centro neurálgico de una serie de
comarcas muy importantes: el Valle del Jerte, Valle del Ambroz, la Vera, la
Sierra de Gata o las Hurdes. Y gracias a los recursos naturales disponibles y a
la laboriosidad de sus gentes el área puede ir desarrollándose con escasa ayuda
oficial.
Durante
lo que llevamos de transición Plasencia y sus comarcas casi siempre han quedado
un poco lejanas del poder político autonómico. El área territorial placentina queda muy lejos
de Mérida y de sus cabildeos presupuestarios, tanto en distancia (150 km) como
en la toma en consideración de sus problemas. En la capital autonómica ignoran
al norte extremeño.
En
Plasencia se han producido una serie de despropósitos de los que el poder
autonómico ha pasado olímpicamente. Por ejemplo, en 1985 nadie en Mérida se
opuso al cierre de la línea férrea Ruta de la Plata, lo que causó un gravísimo
perjuicio a la ciudad del Jerte, que quedó aislada en un fondo de saco de la
línea de Madrid.
También
la ciudad había sido despojada de su Regimiento de Órdenes Militares nº 37 de
guarnición en la ciudad durante muchos años. La Academia de la Guardia Civil
que por lógica debía haberse instalado en Plasencia para compensar la pérdida
de su guarnición militar, se situó en Mérida a mayor gloria de la ciudad que
había obtenido la capitalidad autonómica. Les parecía poco semejante bicoca. A
Badajoz le compensaron con una de las más importantes brigadas mecanizadas del
país en la base de Botoa.
Como
magra recompensa, el estatuto de autonomía extremeño designó a la ciudad del
Jerte como sede del Personero del Común (el defensor del pueblo extremeño)
Todavía no ha sido desarrollada esta figura que carece de edificios, de
estructura administrativa y de presupuesto. ¿Cuántos años han pasado?
La
Junta de Extremadura ha sido la primera en oponerse a la apertura en Plasencia
de un centro adscrito a la Universidad Católica de Ávila. Nos deberían explicar
con claridad las razones de semejante oposición. Si es que existe alguna.
Como
cuestión más reciente en donde se demuestra la marginación que sufren Plasencia
y sus comarcas dentro de la comunidad autónoma, me encuentro con la siguiente
noticia: Los enfermos del área sanitaria de Plasencia tienen un tiempo para
operarse de 200 días. Los del área de Mérida de 40 días. Claro que el estar al
lado de donde se cuece el presupuesto da muchas ventajas. He aquí la prueba.
Ya
lo había denunciado el alcalde placentino. El área de salud de Plasencia es un auténtico
caos. Faltan médicos especialistas de diversas materias. Hay quirófanos que no
funcionan. Las diálisis se suspenden por la tarde por falta de personal y
medios. Y la consecuencia es evidente: un enfermo del área sanitaria de
Plasencia tarda 5 veces más en operarse que uno del área de Mérida. ¿Por qué? ¿Es
que no contribuyen igual con sus impuestos?
Y
en la Consejería de Sanidad el titular y sus directivos están encantados de
haberse conocido y contentísimos de su nefasta gestión. Y en el colmo de la desfachatez
presumen de que han reducido las listas de espera y los tiempos de atención.
Sobre todo, en el área de Mérida que es la que les afecta. ¿Es que los enfermos
del área sanitaria de Mérida son extremeños de primera división y los del área
sanitaria de Plasencia juegan en tercera categoría? Los de segunda división pertenecen
al área de salud de Cáceres que también tardan o tardamos lo nuestro:145 días.
El
señor Consejero, responsable de este estropicio, debería tener en cuenta que la
salud es lo más importante que tiene un extremeño. Y que no hay derecho a que
existan estas abismales diferencias. Los medios sanitarios se concentran en las
áreas de salud pacenses, especialmente en Mérida y Badajoz. Como casi todo en
Extremadura. Y este cuento tendría que acabarse cuanto antes. De lo contrario
Cáceres y su provincia deberían abandonar este juego en el que nunca ganan.
Si
el estado de las autonomías se hizo para acercar los servicios al ciudadano, en
Extremadura se traduce en una absoluta desigualdad, sobre todo en el caso de la
sanidad. Son impresentables las diferencias que existen en esta materia.
El
señor presidente de la Junta de Extremadura debería tomar urgentes cartas en el
asunto para que esta vergonzosa situación se resuelva de inmediato y más todavía
cuando su profesión es la de médico. La sanidad de Plasencia y su área de salud
debe tener más importancia que el hecho de que los trenes extremeños se rompan
cada dos por tres. Y mucha más para los placentinos y comarcanos, y creo que
también para los extremeños sensatos, de si hay que aplicar o no el artículo
155 en Cataluña.
Qué pena de políticos...!!!
ResponderEliminarMuy bien explicado.
Me quedo alucinada. Todavía no se ha elegido a nadie como Personero Común?
ResponderEliminarY con todos mis respetos, porque, COÑO nos preguntan en los exámenes para optar a una plaza de cualquier categoría de cualquier Administración Pública de Extremadura de este órgano, recogido en el art 48 de la Reforma del Estatuto de Autonomia del 2011????
Nos quiere respi Der nuestro Presidente de nuestra Comunidad Autónoma, si se supone que se ha hecho para tener esta figura para la defensa de todos los extremeño... y todavía estamos en braga????