DECLARACIONES
IRRESPONSABLES
La
flamante ministra del nuevo departamento para la Transición Ecológica – hay que ver el arte que tienen estos
políticos nuestros para cambiar de nombre los ministerios y dotarles de denominaciones
rimbombantes que sigan la moda de lo políticamente correcto – Teresa Ribera, no
ha empezado su mandato con muy buen pie que digamos.
Esta
mujer de formación jurídica y profesora de derecho, llevando escasamente un mes
en el cargo - sin encomendarse a Dios,
aunque yo creo que sí lo ha hecho al diablo - ha realizado unas explosivas
declaraciones que han hecho temblar las estructuras del sector automovilístico
español y han puesto de los nervios a millones de propietarios y usuarios de
vehículos tipo diésel.
La
susodicha ministra ha soltado en los medios de comunicación esta prenda: “el
diésel tiene los días contados” y se ha quedado tan fresca. No se ha molestado
en matizar sus declaraciones estableciendo plazos de transición ni nada que se
le parezca. Lo ha soltado sin anestesia previa y el sector se ha quedado
noqueado del mazazo recibido.
Yo
me pregunto si estos nuevos ministros tienen tal afán de protagonismo que
sueltan por sus bocas lo primero que se les ocurre, o es que lo hacen
premeditadamente para defender intereses inconfesables de ciertos sectores de
los que son simpatizantes o tal vez hooligans acérrimos.
Yo
supongo que por su formación de jurista la ministra debe saber poco o nada de
contaminaciones y cosa que se le parezca. Pero por la formación académica que
posee no la supongo tan ignorante como para hacer unas declaraciones tan
taxativas como las que ha hecho sin aportar prueba alguna sobre lo que, a
ciencia cierta, asegura que ocurre con los vehículos tipo diésel.
Cuando
un político de tan alto nivel como ella hace manifestaciones de este calibre
debe tener en cuenta dos cuestiones básicas. La primera es que hay que
demostrar lo que se dice. Para ello lo mínimo que se exige es la presentación
de diferentes estudios de expertos en el tema, preferible que sean imparciales,
independientes y de alcance internacional para demostrar que lo que asevera con
tanta convicción y rotundidad es cierto. En ningún momento lo ha hecho. En su
contra por ahí circulan estudios que demuestran que los modernos vehículos de
tipo diésel contaminan menos que los de gasolina. Si es así sólo puede pensarse
que la ministra está actuando por intereses ocultos para dañar al sector o tal
vez por afanes recaudatorios.
Lo
segundo que ha de hacer una ministra antes de manifestarse con tal firmeza como
lo ha hecho Teresa Ribera, es considerar las posibles consecuencias y
repercusiones que para nuestro país puedan tener unas declaraciones tan
agresivas como las suyas.
Como
decía un amigo mío, cuando se habla ha de examinarse antes como está el
horizonte mirando en parábola. Vamos que nuestras palabras hay que
pronunciarlas analizando antes las consecuencias que puedan tener en un amplio
contexto mirando en todas direcciones y a largo plazo.
Pues
bien la respuesta a las declaraciones tan intempestivas y fuera de tono de la
ministra no se ha hecho esperar.
El
sector automovilístico al completo ha reaccionado en contra de estas
irresponsables manifestaciones. Desde los sindicatos hasta la patronal de las
empresas fabricantes. Le han echado en cara el desconocimiento supino del
sector que la ministra posee y su falta de responsabilidad al hacer tan
contundentes afirmaciones.
Otros
sectores usuarios del diésel como la agricultura o el transporte también han
reaccionado en contra de este despropósito de la ministra. La dama a la vista
del “cacao” que ha formado empieza a
matizar diciendo “a posteriori” que no afectará a los transportistas, ni a los
autónomos. Pero el daño ya está hecho. El sector del diésel se ha
desvalorizado, desde las empresas productoras del carburante, a los fabricantes
y a los usuarios. Y todo por la inconsciencia de una persona. Mal elegida para
su cargo.
El
presidente del Gobierno debería haber destituido de inmediato a esta ministra.
Su irresponsable manera de actuar va a causar un daño irreparable al sector
fabricante de automóviles y a otros sectores afectados. Se traducirá en
cuantiosas pérdidas económicas para las empresas y en incremento de desempleo.
Justo lo que le hace falta a España que mantiene los niveles de paro más altos
de la Unión Europea, sólo superada por Grecia.
Si
la intención de la ministra es la defensa de intereses de tipo ecologista por
ejemplo, debería ser de inmediato destituida de su puesto. No se puede estar
causando daño de modo gratuito y sin pruebas contundentes de lo que se dice.
En
España nos disponemos a desmantelar el sector del diésel mientras marcas
extranjeras apuestan por un diésel moderno menos contaminante que permita
adaptar las factorías existentes con un coste mínimo y mantener los puestos de
trabajo. Nosotros haremos lo contrario y luego nos tendremos que echar las
manos a la cabeza. Cuando no haya remedio. Como siempre nos pasa. Y todo por
unas declaraciones irresponsables.
He adelantado la fecha
para reanudar las publicaciones en el blog, debido a una serie de
acontecimientos que están ocurriendo en España, que me preocupan sobremanera, pienso que al
igual que a muchos de mis lectores.
Siempre me he preguntado ¿ por qué quien no sabe se encarga de algo que desconoce? ¿No había entre los militantes del PSOE nadie que entienda de asuntos energéticos? y algo mucho más sencillo ¿ no existe algún militante del PSOE que tenga dos dedos de frente, y sepa que las palabras de un ministro son extraordinariemente influyentes? Claro que los hay y muchos; pero, ya se han encargado de quitárselos de en medio. La razón es siempre la misma: una persona inteligente, es el mayor azote de los mediocres; unos mediocres que han llegado a lo más alto, de la mano de otros mediocres.
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