viernes, 21 de abril de 2017

INSACIABLES 

Lo que ha sucedido en Murcia es algo increíble. Hace unos días, más de trescientos tractores de regantes murcianos han mantenido bloqueado durante 29 horas el centro de la ciudad en demanda de más agua para sus regadíos.  

Los regantes de Murcia son insaciables. Cuanta más agua se les da más quieren. Y así seguirán hasta que se agencien toda la que hay en la Península Ibérica.

Consiguieron apropiarse de parte del agua del Tajo, hurtándosela a unas regiones como Madrid, Castilla La Mancha y Extremadura que la necesitan para su desarrollo.

Durante la dictadura franquista lograron a base de estudios amañados en sus planteamientos y mediante el consabido “ordeno y mando”  trasvasar agua desde la cabecera del Tajo a Murcia. En base a unos proyectos cuyos fundamentos son una solemne mentira de cabo a rabo, consiguieron mediante una obra descabellada apropiarse de hasta 600 Hm3 por año de un recurso que es patrimonio de la cuenca del Tajo.

He aquí un dato que demuestra la mendacidad del proyecto del trasvase: en el balance hídrico que se plantea en dicho documento sólo se tienen en cuenta las aguas superficiales. Las aguas subterráneas se ignoran. Murcia y Valencia regiones beneficiadas por las aguas superficiales trasvasadas están entre las áreas con más abundancia de aguas subterráneas de España. Pues bien, estas últimas se dejaron de lado. En cualquier planificación hidrológica sensata se analizan tanto las aguas superficiales como las subterráneas para conseguir un aprovechamiento conjunto óptimo. Este principio se ignoró deliberadamente en los estudios del trasvase Tajo – Segura.

Consecuencias de todo este disparate: la primera es que los pueblos del alto Tajo se han quedado sin uno de sus principales recursos, el turismo, ya que los embalses de Entrepeñas y Buendía han visto reducidos en gran medida sus volúmenes embalsados lo que impide o dificulta el baño y la navegación. La segunda es que la reducción de caudales experimentada en el curso principal trae consigo que a su paso por Aranjuez, Toledo y Talavera, el río Tajo sea una auténtica cloaca cuyo contenido se vierte como destino final al embalse extremeño de Valdecañas. La tercera es que la práctica totalidad del agua que hay que suministrar a Portugal por el Convenio de Albufeira corre a cargo de los embalses extremeños.

Desde 1987 estaba prohibido cualquier nuevo regadío en Murcia y en las zonas que reciben aguas del trasvase. Era una decisión razonable ya que carecen de recursos propios. Pues bien se han puesto en riego miles de nuevas hectáreas ilegales ante la pasividad de las autoridades hidráulicas. Las cuáles no sólo lo han consentido mirando para otro lado, sino que las han legalizado deshonestamente a través de los planes hidrológicos de cuenca muy posteriores.

Para mayor abundamiento la propia Administración General del Estado incumple reiteradamente la Ley del Plan Hidrológico Nacional vigente, que sólo autoriza a trasvasar agua si hay excedentes en la cuenca cedente, en este caso en la del Tajo.

Los propios planes hidrológicos de esta cuenca hidrográfica reconocen al menos cuatro sistemas de explotación deficitarios: Henares, Alberche, Tiétar y Árrago los cuales son incapaces con sus recursos hídricos de atender a sus propias demandas con la garantía que establece la planificación hidrológica.

Es decir el Tajo que necesita recursos hídricos para cubrir sus propias necesidades está cediendo parte de ellos para que en Murcia y Valencia se sigan transformando hectáreas de riego cuando carecen de agua  para dotarlas.

Para perpetuar este despropósito en cuanto huelen una mínima situación de alerta por sequía los regantes murcianos montan el correspondiente "numerito" con tractores y protestas sin cuento al grito de: “la huerta de Murcia se muere”.

La huerta de Murcia la están matando ellos al seguir transformando en riego nuevas superficies cuando no hay recursos suficientes para atender las existentes. De utilizar agua desalada no quieren oír hablar con el argumento de que les resulta cara. Ahí en su mar tienen todo el recurso que necesiten. Que lo obtengan desde las plantas desaladoras ya construidas en lugar de quitar agua al Tajo.

Resulta sorprendente que la ministra corra presurosa a calmar a los regantes murcianos ante cualquier mínima protesta de estos. Pero el Ministerio con vistas a controlar y regular los regadíos en Murcia no parece que tenga previsto tomar las medidas correspondientes. Ni media palabra sobre el particular. Este país no tiene remedio. Y sus gobernantes menos.

Para callar bocas están preparando un nuevo Plan Hidrológico Nacional. Como lo del trasvase del Ebro está crudo (los catalanes mandan) si Dios no lo remedia se intentará trasvasar agua a Murcia desde el Tajo medio probablemente desde el embalse de Valdecañas. Otra barbaridad aún mayor de la que se hizo en su día desde la cabecera del río. O tal vez lo intenten desde el Tiétar un sistema deficitario lo que supondría aparte de una ilegalidad un error todavía mayor.

Puedo asegurarles que la Junta de Extremadura dispone de un detallado estudio llevado a cabo en el año 2011 que demuestra la inviabilidad del trasvase desde Valdecañas. Esperemos que lo ponga sobre la mesa cuando toque e impida este nuevo despropósito. Y de paso evite un expolio más a los extremeños. Veremos….


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