INDIA, UN PAÍS FASCINANTE
Junto
a un grupo de excelentes amigos al que denominamos “Los Indochinos”, hace unos
días he tenido oportunidad de realizar un viaje a la India y he podido
comprobar que se trata de un país grandioso, distinto en sus costumbres y
cultura de los cánones occidentales, el cual me ha fascinado.
Ocupando
la mayor parte de la península del Indostán a la que los movimientos de las
placas tectónicas empujaron hacia el norte y consiguieron que en su choque con
la placa continental se elevara la cordillera del Himalaya con los picos más
altos del mundo, entre ellos el Everest, tiene una superficie de 3,3 Millones
de Km2, unas 6,5 veces la de España y una población superior a los 1.260
Millones de habitantes, gozando de una posición geoestratégica privilegiada en
las rutas comerciales entre Oriente y Occidente.
Ha
sido cuna de muchas religiones que todavía subsisten y se practican allí.
Aunque la preponderante es el hinduismo con alrededor del 70 % de la población
adscrita a ella, también se ejercitan el islamismo, el sijismo, el
cristianismo, el budismo, el zoroastrismo, el jainismo y el judaísmo.
El
hinduismo con su panoplia de castas - brahamanes o sacerdotes, ksatriyas o guerreros, vaisayas o comerciantes y sudras o
parias la última casta por encima de los intocables - sistema abolido
teóricamente por la Constitución, ha condicionado en gran parte y todavía supedita
la vida y costumbres de la sociedad india y me atrevería a decir que su futuro
desarrollo.
Con
una historia en la que han intervenido principalmente persas, mogoles y desde
comienzos del siglo XVIII los ingleses, primero a través de la Compañía
Británica de las Indias Orientales y desde 1857 directamente por medio del Servicio Exterior Inglés a través de
la figura de un Virrey, Gandhi con su pacifismo capaz de movilizar ingentes
masas de la población consiguió la independencia en 1947 y promulgó la
Constitución en 1950, aunque la India ha seguido en la órbita inglesa a través
de su pertenencia a la Commonwealth así como por la adopción de usos y costumbres
británicos entre los que destacan el idioma, hablado por la mayoría de la
población, y la conducción por el lado izquierdo.
Los
ingleses llevaron a cabo dos actuaciones fundamentales en la India: los
ferrocarriles y los regadíos transformando en torno a 40 Millones de hectáreas
único medio de asegurar la alimentación de la población. En la actualidad el
regadío indio supera los 66,5 Millones de hectáreas y es el segundo país del
mundo con más tierras regadas.
Hoy
día India es un país emergente en el que se dan contrastes que llaman
poderosamente nuestra atención. Junto a aeropuertos funcionales y bien
concebidos - los de Benarés o Khajuraho
pueden ser un ejemplo de ellos - y algunas autovías bien dotadas, nos
encontramos con un tráfico caótico, tanto urbano como interurbano, que sólo la
actuación milagrosa de los diferentes dioses evita el que se produzcan
auténticas catástrofes. Quizás influya también en este milagro el carácter
tranquilo y pacífico de sus habitantes. En once días que he permanecido allí no
he presenciado ni una sola discusión de tráfico. Eso sí he asistido perplejo a
un concierto continuo de bocinazos y frenazos en una caos infinito perfectamente
organizado, en el que participan también las vacas sagradas que circulan a su
antojo entre los automóviles y los viandantes.
Junto
a ampliaciones modernas de las ciudades como el caso de Nueva Delhi, nos
encontramos con el casco antiguo de la ciudad en donde la suciedad y las
basuras esparcidas por sus angostas calles o sus instalaciones eléctricas
formadas por enrevesadas marañas de cables indican un grado de profundo
subdesarrollo.
La
religiosidad es muy notable y alcanza su máximo exponente en las ciudades santas
como Benarés (Varanasi) en la que a orillas del Ganges, el río sagrado del
hinduismo, tienen lugar en los ghats, escalinatas que descienden hasta el río,
junto a las cremaciones de cadáveres en piras funerarias alimentadas con
diferentes tipos de maderas con el objetivo de alcanzar directamente el “nirvana”
ahorrándose las reencarnaciones, ceremonias religiosas espectaculares por su
colorido y sonoridad que son seguidas por miles de fieles entre nubes de
incienso y músicas sacras en medio de un calor agobiante y húmedo.
En
fin que en la India queda casi todo por hacer, desde implementar la recogida de
basuras y su eliminación por métodos distintos al simple quemado, construir las
correspondientes instalaciones de saneamiento y depuración de aguas residuales,
o mejorar el abastecimiento de aguas, hasta acondicionar y ampliar la red de
carreteras, ferrocarriles y aeropuertos.
Es
altamente probable que en un plazo medio India llegue a emerger del todo y será
una potencia económica a nivel mundial. Confío en que este potencial desarrollo
no destruya lo mejor que he podido encontrar en este bello país: la serenidad,
la cortesía y la amabilidad de sus
habitantes.
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