viernes, 22 de abril de 2016

INDIA, UN PAÍS FASCINANTE

Junto a un grupo de excelentes amigos al que denominamos “Los Indochinos”, hace unos días he tenido oportunidad de realizar un viaje a la India y he podido comprobar que se trata de un país grandioso, distinto en sus costumbres y cultura de los cánones occidentales, el cual me ha fascinado.

Ocupando la mayor parte de la península del Indostán a la que los movimientos de las placas tectónicas empujaron hacia el norte y consiguieron que en su choque con la placa continental se elevara la cordillera del Himalaya con los picos más altos del mundo, entre ellos el Everest, tiene una superficie de 3,3 Millones de Km2, unas 6,5 veces la de España y una población superior a los 1.260 Millones de habitantes, gozando de una posición geoestratégica privilegiada en las rutas comerciales entre Oriente y Occidente.

Ha sido cuna de muchas religiones que todavía subsisten y se practican allí. Aunque la preponderante es el hinduismo con alrededor del 70 % de la población adscrita a ella, también se ejercitan el islamismo, el sijismo, el cristianismo, el budismo, el zoroastrismo, el jainismo y el judaísmo.

El hinduismo con su panoplia de castas -  brahamanes o sacerdotes, ksatriyas o  guerreros, vaisayas o comerciantes y sudras o parias la última casta por encima de los intocables - sistema abolido teóricamente por la Constitución, ha condicionado en gran parte y todavía supedita la vida y costumbres de la sociedad india y me atrevería a decir que su futuro desarrollo.

Con una historia en la que han intervenido principalmente persas, mogoles y desde comienzos del siglo XVIII los ingleses, primero a través de la Compañía Británica de las Indias Orientales y desde 1857 directamente por  medio del Servicio Exterior Inglés a través de la figura de un Virrey, Gandhi con su pacifismo capaz de movilizar ingentes masas de la población consiguió la independencia en 1947 y promulgó la Constitución en 1950, aunque la India ha seguido en la órbita inglesa a través de su pertenencia a la Commonwealth así como por la adopción de usos y costumbres británicos entre los que destacan el idioma, hablado por la mayoría de la población, y la conducción por el lado izquierdo.

Los ingleses llevaron a cabo dos actuaciones fundamentales en la India: los ferrocarriles y los regadíos transformando en torno a 40 Millones de hectáreas único medio de asegurar la alimentación de la población. En la actualidad el regadío indio supera los 66,5 Millones de hectáreas y es el segundo país del mundo con más tierras regadas.

Hoy día India es un país emergente en el que se dan contrastes que llaman poderosamente nuestra atención. Junto a aeropuertos funcionales y bien concebidos -  los de Benarés o Khajuraho pueden ser un ejemplo de ellos - y algunas autovías bien dotadas, nos encontramos con un tráfico caótico, tanto urbano como interurbano, que sólo la actuación milagrosa de los diferentes dioses evita el que se produzcan auténticas catástrofes. Quizás influya también en este milagro el carácter tranquilo y pacífico de sus habitantes. En once días que he permanecido allí no he presenciado ni una sola discusión de tráfico. Eso sí he asistido perplejo a un concierto continuo de bocinazos y frenazos en una caos infinito perfectamente organizado, en el que participan también las vacas sagradas que circulan a su antojo entre los automóviles y los viandantes.

Junto a ampliaciones modernas de las ciudades como el caso de Nueva Delhi, nos encontramos con el casco antiguo de la ciudad en donde la suciedad y las basuras esparcidas por sus angostas calles o sus instalaciones eléctricas formadas por enrevesadas marañas de cables indican un grado de profundo subdesarrollo.

La religiosidad es muy notable y alcanza su máximo exponente en las ciudades santas como Benarés (Varanasi) en la que a orillas del Ganges, el río sagrado del hinduismo, tienen lugar en los ghats, escalinatas que descienden hasta el río, junto a las cremaciones de cadáveres en piras funerarias alimentadas con diferentes tipos de maderas con el objetivo de alcanzar directamente el “nirvana” ahorrándose las reencarnaciones, ceremonias religiosas espectaculares por su colorido y sonoridad que son seguidas por miles de fieles entre nubes de incienso y músicas sacras en medio de un calor agobiante y húmedo.

En fin que en la India queda casi todo por hacer, desde implementar la recogida de basuras y su eliminación por métodos distintos al simple quemado, construir las correspondientes instalaciones de saneamiento y depuración de aguas residuales, o mejorar el abastecimiento de aguas, hasta acondicionar y ampliar la red de carreteras, ferrocarriles y aeropuertos.

Es altamente probable que en un plazo medio India llegue a emerger del todo y será una potencia económica a nivel mundial. Confío en que este potencial desarrollo no destruya lo mejor que he podido encontrar en este bello país: la serenidad, la cortesía y  la amabilidad de sus habitantes.

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