ARANCELES
TRUMPOSOS (PRONUNCIE TRAMP)
El
rubio pajizo presidente yanqui, Trump, sigue a lo suyo. Que consiste en liarla
parda cada poco tiempo. Uno de los resortes que utiliza con profusión para sus
objetivos electorales es el proteccionismo de los productos estadounidenses,
basado en su conocido lema: “American First”. La imposición de aranceles a la
importación de productos de otros países, es todo lo contrario a la libertad
que trae consigo la globalización, que aseguraba hasta hace poco un comercio
mundial sin trabas.
El
presidente Trump tiene una especial inquina a la Unión Europea (UE), supongo
que por considerarla un rival peligroso para sus intereses comerciales y
geoestratégicos, y trata por todos los medios de debilitarla. Ahora intenta
poner trabas a su comercio exterior.
Ha
utilizado dos vías para zurrar a Europa. La primera es alentar un “Brexit” duro
y sin acuerdo para que Gran Bretaña salga de la UE con el mayor perjuicio
posible para los 27 que quedaremos, si Dios o los sensatos británicos que
todavía queden no lo remedian. Trump seguirá azuzando la salida alborotada de
los británicos mientras le quede poder para manejar parte de los hilos del
mundo.
El
otro mecanismo que ha puesto en marcha es la imposición de aranceles a determinados
productos, curiosamente muchos de ellos del sector agroalimentario.
Hace
un tiempo estableció una tasa, creo que ha alcanzado el 25 %, a las
importaciones de aceituna negra española, con el argumento de que las ayudas de
la PAC, daban ventaja a las aceitunas
negras europeas frente a las producciones de aceituna de California.
Consecuencia inmediata: las exportaciones españolas de este producto han caído
a la mitad. Andalucía y Extremadura han sido las comunidades autónomas más
perjudicadas.
Ahora
basado en una guerra comercial aeronáutica entre Boeing y Airbus, en la que la
OMC (Organización Mundial del Comercio) ha concluido en que ha habido ayudas
oficiales al gigante de la construcción de aviones europeo, el rubio e inquieto
presidente yanqui, ha tomado, de inmediato, represalias comerciales por importe
de 7.500 millones de dólares.
Uno
pensaría que las mismas afectarían al ámbito de la industria aeronáutica. Pero
no, a este sector le impondrá aranceles máximos del 10 %. Sorprendentemente el
principal punto de ataque ha ido dirigido contra el sector agroalimentario de
Francia, Alemania, Gran Bretaña y España que son los países con mayor
participación en el consorcio de Airbus, a cuyos productos agrarios impondrá un
arancel del 25 %. Esta manera de proceder puede deberse a que el presidente
quiere asegurar el voto del medio rural americano, ante las ya próximas
elecciones en Estados Unidos.
De
modo que nos encontramos con la amenaza de importantes aranceles - pueden
llegar al 25 % - que a partir del 18 de octubre, se aplicarán a productos como
el vino, aceite de oliva, cárnicos entre ellos el jamón, queso, aceitunas o
frutas. Habrá que estar atentos a la lista definitiva de productos gravados. Un
despropósito que afectará muy negativamente a las exportaciones agroalimentarias
españolas en un importe estimado inicialmente en 1.000 Millones de euros. Otras
fuentes dan la cifra de 191,25 M€, que resulta de multiplicar las exportaciones
de productos agroalimentarios españoles a USA el año pasado, 765 M€ por 0,25.
Pero eluden aclarar que esta pérdida tiene carácter anual. Y no se valora la
disminución de exportaciones que se producirá.
Hay productos como el aceite de oliva que se
verán liberados del gravamen si se exportan a USA desde países como Italia y
también Portugal o Grecia. Lo cual agravará aún más los perjuicios para España
competidor principal de los italianos en este producto.
Y
Extremadura que es una potencia agrícola y ganadera se verá muy negativamente
afectada ya que es exportadora de todos estos productos agrarios a los Estados
Unidos. Un desastre para nuestra principal industria que es la agroalimentaria.
Estimo un posible perjuicio a Extremadura de entre un 10 y un 15 % del importe
que pueda afectar a España. Ojalá no sea tanto.
Aunque
esta guerra seguirá abierta. La UE también ha tramitado ante la OMC un
expediente contra los americanos por ayudas a la Boeing. Se cifra en 10.000
Millones de dólares el asunto. Y en respuesta, si gana el contencioso, en el
plazo de unos seis meses la UE también podrá aplicar aranceles a productos
americanos: Supongo que también lo hará con productos agroalimentarios como el
maíz o la soja. Ya veremos.
En
todo caso estas trifulcas comerciales iniciadas por el yanqui, al final perjudicarán
a todos. La nueva directora del FMI, Kristalina Georgieva, estima pérdidas de
más de 600.000 M€ por estas guerras, las cuales favorecerán una desaceleración
que alcanzará al 90 % de los países. Lo sensato sería llegar a acuerdos que
eviten estas luchas proteccionistas en el comercio mundial.
En
Extremadura pagaremos justos por pecadores. Aquí no hay aviones. ¡ Ni siquiera
hay trenes ¡. Sólo tenemos productos agrarios. De excelente calidad, por
cierto. Y nuestra situación económica no es la mejor para aguantar estos
indiscriminados e injustificados ataques a nuestra industria agroalimentaria
que hoy día es la más importante de Extremadura.
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