UN VIAJE POR LA
VÍA ROMANA DOMITIA
Acabo
de regresar de un viaje que me ha llevado a recorrer la vía romana denominada
Domitia a lo largo de las modernas carreteras que la han sustituido, así como a
visitar ciudades que estaban en su trazado o en sus cercanías, ubicadas en
territorio francés.
La
excursión la hemos llevado a cabo un grupo de buenos amigos, y amigas claro
está, que anualmente nos desplazamos en un viaje por Francia para practicar el
idioma galo que aprendemos durante el curso académico. Somos cuatro matrimonios
que intentamos aproximarnos al conocimiento de la historia y de las gentes de
algunas regiones francesas destacadas.
El
año pasado anduvimos por tierras de cátaros y este año hemos viajado siguiendo
las nuevas autovías que han sustituido a la vía romana denominada Domitia,
visitando las ciudades por las que la calzada romana pasaba y otras ciudades
próximas. Esta vía unía los Alpes con los Pirineos y con Hispania y fue
iniciada su construcción en el año 118 a.C.
Comenzamos
nuestro periplo en la ciudad de Avignon que no está exactamente en la vía
Domitia pero sí próxima a ella, y luego hemos recalado en Nimes, Montpellier,
Béziers y Narbonne. De paso nos hemos desviado para contemplar la belleza de
ciudades como Aix en Provence y Arlés.
Núcleos
de gran monumentalidad e historia como Avignon nos han mostrado la fortaleza y
el poderío del papado durante los siglos XIV y XV. Siete de las cabezas de la
Iglesia, dada la inseguridad existente para ellos en la Roma de la época,
residieron en Avignon entre 1309 y 1378. Levantaron, en diferentes fases, una
monumental construcción denominada Palais des Papes que se ubica en un promontorio
rocoso situado sobre el río Ródano: Rocher des Droms.
Entre
1378 y 1417 en que terminó el Cisma de Occidente, también residieron allí dos antipapas:
Clemente VII y Benedicto XIII, este hasta su huida a Peñíscola.
Antes
de abandonar Avignon, hemos dado un paseo en barco por el caudaloso río Ródano
lo que nos ha permitido contemplar la consistencia de la ciudad y de sus
murallas así como su puente inacabado inspirador de la canción “Sur le Pont
d’Avignon”.
Dejada
atrás la ciudad papal hemos tomado la vía Domitia propiamente dicha, hoy día
sigue aproximadamente su trazado una moderna autopista, para dirigirnos a
Nimes. Una ciudad de rancio sabor a Roma con un coliseo muy bien conservado en
el que se celebran en la actualidad varias corridas de toros a lo largo de la
temporada.
Me
sorprendió la gran afición por la tauromaquia que hay en esta bella urbe y en
su entorno. Coincidimos en los días en que se celebraban sus Ferias y daban dos
corridas de toros al día. Una por la mañana y otra vespertina. Destacados
diestros como Enrique Ponce, El Juli, Sebastián Castella, Juan Bautista o el
extremeño Emilio de Justo tomaban parte en ella. Y ganaderías de bravo tan
destacadas como la de Victorino Martín también.
La
Maison Carrée de Nimes es otro monumento de la Roma imperial digno de
visitarse. Y no nos perdimos el darnos una vuelta por la Place du Marché en la
que reina un gran ambiente en sus terrazas y cafés.
Arlés
es otra ciudad muy bella de antecedentes romanos. Se levantan allí un
anfiteatro y otro coliseo muy bien conservado en el que también se dan
espectáculos taurinos con asiduidad. Ha sido restaurado con gran acierto y
dispone de un aforo de 14.000 espectadores. La portada de su catedral románica y
el claustro son de una gran belleza.
Aix
en Provence, la ciudad de Paul Cezanne, es una urbe de la Provenza que
inspirara al autor sus pinturas. El Café des Deux Garçons situado en el Cours Mirabeau
trae recuerdos de las tertulias que el pintor mantenía allí. La catedral de San
Salvador es otro monumento a visitar en la ciudad. En ella en 1906 se
celebraron los funerales por el insigne pintor.
En
nuestro recorrido también recalamos en otras tres ciudades por las que pasaba
la vía Domitia.
Montpellier,
pujante ciudad que posee un acueducto que desemboca en la cisterna que
abastecía de agua a la ciudad. Una maravillosa y compacta catedral junto a la
Facultad de Medicina, la Place de la Comedie núcleo central de la vida de la
ciudad y el barrio más moderno y comercial denominado Antigone obra del
arquitecto español Ricardo Bofill.
Béziers
nos deparó una majestuosa vista de la ciudad y de su catedral de Saint Nazaire,
desde los puentes sobre el río Orb. También disfrutamos de una obra de
ingeniería viva y en uso: las 9 exclusas del canal du Midi, obra faraónica que
une el Atlántico con el Mediterráneo atravesando Francia.
Por
último hicimos escala en Narbona una regia ciudad capital de la Narbonensis que
está cruzada por el canal de la Robine y atravesada por la vía Domitia de la
que se conservan restos en muy buen estado. Su antiguo ayuntamiento cercano al
palacio del arzobispo y su grandiosa catedral son destacables monumentos de la
ciudad.
En
resumen un periplo cultural y de placer que me ha permitido pasar unos días de
ocio con unos excelentes amigos. Habrá que seguir con la tradición de estos
viajes en próximos años. Uno conoce personas y sitios. Y eso es muy formativo.
Aunque uno ya tenga su edad y haya visto
muchas cosas, sitios y personas. Siempre se aprende.
No hay comentarios:
Publicar un comentario