UNA ACTUACIÓN
DESTACADA EN EL “PROCÉS” DE CATALUÑA
Josep
Borrell es catalán de Lérida. Posee un sólido bagaje académico muy superior al
de los principales dirigentes del PSOE. A esta consistente formación
universitaria une su experiencia en la gestión de la administración, en la UE y
en la empresa privada. Podría decirse que reúne condiciones para poder ser
considerado como un hombre de Estado.
A
veces discrepo de sus opiniones. Pero en su actuación durante el “procés” catalán
es difícil no estar de acuerdo con él. Creo que es una de las personas que
mejor pedagogía está aplicando en relación con el problema existente en
Cataluña. Deberían tomar buena nota desde el gobierno de Rajoy que no hace el
más mínimo esfuerzo por explicar tanto en el exterior como a los catalanes,
muchos de ellos engañados por el machaqueo independentista de los medios de
comunicación públicos y privados, las graves consecuencias que la independencia
traería para sus intereses tanto individuales como colectivos.
Pues
bien Borrell comenzó desmontando los mitos que han utilizado los separatistas
para lavar el cerebro a algunos catalanes. En el libro que escribió junto a Joan Llorach “Las cuentas y los cuentos de la independencia” rebatió
uno a uno con datos incontrovertibles, todos los mantras que utilizaban los
independentistas para justificar su ruptura con España.
Empezando por la falacia de las balanzas
fiscales y continuando con la mentira de que España roba a Cataluña. Más bien
sería lo contrario. En ese trabajo ya adelantó el éxodo empresarial que se produciría
si se seguía con el “procés” y con la proclamación de la República Catalana
independiente. Y ha acertado de pleno.
Aunque los empresarios hayan dejado su
desbandada para el final, hecho que ha criticado el ilerdense. Deberían haberse
manifestado en contra mucho antes. Pero se instalaron en la ambigüedad para no
molestar a los soberanistas. Vamos que encendieron una vela a Dios y otra al
diablo. Como la Conferencia Episcopal Española.
Su condición de catalán, su preparación y el
profundo conocimiento que tiene de Cataluña, llevaron a que fuera junto a
Vargas Llosa uno de los intervinientes en los discursos pronunciados al final
de la manifestación organizada por Sociedad Civil Catalana. Esta organización,
casi sin medios, consiguió una movilización como no se ha vivido nunca en
Cataluña.
Su intervención fue impecable y de gran
utilidad y apoyo para el gobierno de la nación que estaba paralizado por el
miedo a tener que tomar medidas drásticas en Cataluña. Probablemente el
contenido de su discurso ha llevado a Pedro Sánchez a explicitar con algo más
de claridad su apoyo al gobierno de Rajoy en este espinoso asunto.
En una reciente entrevista concedida a El
Confidencial, Borrell demuestra un profundo conocimiento de la situación
catalana, de los personajes que manejan los hilos y de la situación de los
partidos, especialmente del suyo el PSC.
También se desmarca de Unidos Podemos un
partido ubicado en la nada y cuya influencia en el panorama político español se
está diluyendo a ojos vista, por su incoherencia y sectarismo que le pone muy
cercano a los anti sistema de la CUP, los anarquistas de ahora, cuyos
predecesores ya hicieron de las suyas en episodios muy tristes acontecidos en
los años 1934 y 1936.
Borrell conoce por su bagaje cultural lo que
ocurrió en esos años. Al gobierno legítimo de la II República le prepararon en
Cataluña por un lado una traición independentista de ERC, la de Companys que
fue detenido y encarcelado por el gobierno republicano y no por Franco que lo
ejecutaría mucho más tarde, y por otro una revolución, la de los anarquistas de
la FAI y de la CNT, que convirtió a Cataluña en general y a Barcelona en
particular en un polvorín.
Borrell es consciente de que ahora se dan unas
circunstancias parecidas aunque el contexto social y económico no sea
exactamente igual: un gobierno democrático de España, ya integrada en la UE,
que se apoya en una Constitución legal y legitimada por el voto del pueblo español, que está
siendo presionado por una desleal asociación PdCat+ERC que trata de consumar el
golpe y la traición independentistas, junto a unos anarcoides de la CUP que
buscan imponer el “procés” por el camino de la desobediencia civil y de la
algarada callejera, es decir intentan que su revolución triunfe en Cataluña.
Las consecuencias ya se están percibiendo: la
sociedad catalana fragmentada en dos frentes y un desastre económico de primer
orden para España y mucho más para Cataluña. Salvo que las instituciones con la
colaboración de personas como Borrell sean capaces de parar este disparate. En
todo caso a éste hay que agradecerle su actuación, su equilibrio y su
pragmatismo.
Pero antes hay que salir de esta penosa
situación. Para posteriormente resolver la cuestión de Cataluña una vez que las
aguas vuelvan a su cauce. Lo cual ha de hacerse sin ventajas de ningún tipo
para esta región sobre el resto de España. Y, al tiempo, que los personajes desencadenantes
de la deslealtad y el golpe de estado producidos paguen judicialmente sus
errores.
En el futuro espero poder mantener mi buena
opinión sobre Borrell. Me gustaría. Pero no estoy seguro del todo de que su
partido, el PSOE, esté a la altura exigida en la resolución de estos
acontecimientos. Confío en que él si lo esté.
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