viernes, 20 de octubre de 2017

UNA ACTUACIÓN DESTACADA EN EL “PROCÉS” DE CATALUÑA

Josep Borrell es catalán de Lérida. Posee un sólido bagaje académico muy superior al de los principales dirigentes del PSOE. A esta consistente formación universitaria une su experiencia en la gestión de la administración, en la UE y en la empresa privada. Podría decirse que reúne condiciones para poder ser considerado como un hombre de Estado.

A veces discrepo de sus opiniones. Pero en su actuación durante el “procés” catalán es difícil no estar de acuerdo con él. Creo que es una de las personas que mejor pedagogía está aplicando en relación con el problema existente en Cataluña. Deberían tomar buena nota desde el gobierno de Rajoy que no hace el más mínimo esfuerzo por explicar tanto en el exterior como a los catalanes, muchos de ellos engañados por el machaqueo independentista de los medios de comunicación públicos y privados, las graves consecuencias que la independencia traería para sus intereses tanto individuales como colectivos.

Pues bien Borrell comenzó desmontando los mitos que han utilizado los separatistas para lavar el cerebro a algunos catalanes. En el libro que escribió junto a Joan Llorach Las cuentas y los cuentos de la independencia”  rebatió uno a uno con datos incontrovertibles, todos los mantras que utilizaban los independentistas para justificar su ruptura con España.

Empezando por la falacia de las balanzas fiscales y continuando con la mentira de que España roba a Cataluña. Más bien sería lo contrario. En ese trabajo ya adelantó el éxodo empresarial que se produciría si se seguía con el “procés” y con la proclamación de la República Catalana independiente. Y ha acertado de pleno.

Aunque los empresarios hayan dejado su desbandada para el final, hecho que ha criticado el ilerdense. Deberían haberse manifestado en contra mucho antes. Pero se instalaron en la ambigüedad para no molestar a los soberanistas. Vamos que encendieron una vela a Dios y otra al diablo. Como la Conferencia Episcopal Española.

Su condición de catalán, su preparación y el profundo conocimiento que tiene de Cataluña, llevaron a que fuera junto a Vargas Llosa uno de los intervinientes en los discursos pronunciados al final de la manifestación organizada por Sociedad Civil Catalana. Esta organización, casi sin medios, consiguió una movilización como no se ha vivido nunca en Cataluña.

Su intervención fue impecable y de gran utilidad y apoyo para el gobierno de la nación que estaba paralizado por el miedo a tener que tomar medidas drásticas en Cataluña. Probablemente el contenido de su discurso ha llevado a Pedro Sánchez a explicitar con algo más de claridad su apoyo al gobierno de Rajoy en este espinoso asunto.

En una reciente entrevista concedida a El Confidencial, Borrell demuestra un profundo conocimiento de la situación catalana, de los personajes que manejan los hilos y de la situación de los partidos, especialmente del suyo el PSC.

También se desmarca de Unidos Podemos un partido ubicado en la nada y cuya influencia en el panorama político español se está diluyendo a ojos vista, por su incoherencia y sectarismo que le pone muy cercano a los anti sistema de la CUP, los anarquistas de ahora, cuyos predecesores ya hicieron de las suyas en episodios muy tristes acontecidos en los años 1934 y 1936.

Borrell conoce por su bagaje cultural lo que ocurrió en esos años. Al gobierno legítimo de la II República le prepararon en Cataluña por un lado una traición independentista de ERC, la de Companys que fue detenido y encarcelado por el gobierno republicano y no por Franco que lo ejecutaría mucho más tarde, y por otro una revolución, la de los anarquistas de la FAI y de la CNT, que convirtió a Cataluña en general y a Barcelona en particular en un polvorín.

Borrell es consciente de que ahora se dan unas circunstancias parecidas aunque el contexto social y económico no sea exactamente igual: un gobierno democrático de España, ya integrada en la UE, que se apoya en una Constitución legal y legitimada  por el voto del pueblo español, que está siendo presionado por una desleal asociación PdCat+ERC que trata de consumar el golpe y la traición independentistas, junto a unos anarcoides de la CUP que buscan imponer el “procés” por el camino de la desobediencia civil y de la algarada callejera, es decir intentan que su revolución triunfe en Cataluña.

Las consecuencias ya se están percibiendo: la sociedad catalana fragmentada en dos frentes y un desastre económico de primer orden para España y mucho más para Cataluña. Salvo que las instituciones con la colaboración de personas como Borrell sean capaces de parar este disparate. En todo caso a éste hay que agradecerle su actuación, su equilibrio y su pragmatismo.

Pero antes hay que salir de esta penosa situación. Para posteriormente resolver la cuestión de Cataluña una vez que las aguas vuelvan a su cauce. Lo cual ha de hacerse sin ventajas de ningún tipo para esta región sobre el resto de España. Y, al tiempo, que los personajes desencadenantes de la deslealtad y el golpe de estado producidos paguen judicialmente sus errores.

En el futuro espero poder mantener mi buena opinión sobre Borrell. Me gustaría. Pero no estoy seguro del todo de que su partido, el PSOE, esté a la altura exigida en la resolución de estos acontecimientos. Confío en que él si lo esté.



No hay comentarios:

Publicar un comentario