ATRACADOS
El
artículo 50 de la Constitución Española dispone que: ”Los poderes públicos
garantizarán mediante pensiones
adecuadas y periódicamente actualizadas, la suficiencia económica a los ciudadanos durante la tercera edad.
Asimismo, y con independencia de las obligaciones familiares, promoverán su
bienestar mediante un sistema de servicios sociales que atenderán sus problemas
específicos de salud, vivienda, cultura y ocio.”
Como
es sabido el Partido Popular se declara defensor a ultranza de la Constitución
y hace de ello su bandera, tal y como día tras día nos recuerda su eximio líder
Don Mariano sin que se le altere un solo músculo de su inexpresivo rostro.
El
artículo 50 de nuestra Carta Magna se iba cumpliendo en materia de pensiones,
las cuales se revalorizaban con arreglo al IPC anual, de modo que al menos se
mantenía teóricamente el poder adquisitivo de los jubilados. Hasta que llegó el
PP en el año 2011 y comenzó el calvario de los pensionistas.
Pasándose
la Constitución por el arco del triunfo y alegando que el sistema de pensiones
es deficitario, con su mayoría absoluta se sacaron de la manga una norma que
establecía, que en tanto el sistema se mantuviese en dicha situación la
revalorización de las pensiones lo sería en el 0,25 % anual. Para una pensión
media de 1.000 € la subida supone 2,5 € mensuales. Estos impresentables
califican a este exiguo incremento como una revalorización de la pensión y se
quedan tan anchos.
Estos
últimos años los pensionistas no hemos notado demasiado los efectos de tal
“revalorización” porque la inflación, debido a la situación europea y mundial y
al precio del petróleo, se ha mantenido relativamente baja. Pero en 2016 el IPC
ha alcanzado la cota del 1,5 %. Es decir que los pensionistas hemos perdido en
sólo un año el 1,25 % de nuestro poder adquisitivo. He aquí como el PP ha
inventado una manera de reducir las pensiones sin que se note. Aunque los
pensionistas sí que lo notaremos al disminuir nuestra capacidad de compra.
Como
para el año 2017 el Banco de España ya ha estimado una inflación del orden del
2 % y la subida de las pensiones se vuelve a fijar en el 0,25 %, a los pensionistas nos robarán otro 1,75 % de
capacidad adquisitiva. En dos años nos habrán reducido más del 3 % el importe
real de nuestros ingresos.
Los
jubilados actuales durante un montón de años, en mi caso 41, hemos estado
cotizando para que con el sistema de reparto existente se pagaran las pensiones
de los que eran clases pasivas cuando nosotros estábamos en activo. El sistema
mantenía a la llegada de los populares en 2011 un Fondo para Contingencias de
casi 70.000 Millones de Euros.
Estas
lumbreras que nos gobiernan han adoptado con vistas a resolver el déficit de la
Seguridad Social las siguientes medidas todas de gran inteligencia como puede
comprobarse:
1
– Gastarse el Fondo para Contingencias que se agotará a mediados de 2017.
2
– Crear empleo precario para disfrazar la reducción del paro. Este empleo
además de no asegurar una vida digna a los trabajadores debido a su bajo nivel
de salarios, trae consigo una disminución de las cotizaciones a la Seguridad
Social.
3
– Reducir los salarios de los trabajadores en general con la consiguiente baja
en las cotizaciones al sistema.
4
– Rebajar las aportaciones a la Seguridad Social de las empresas.
Conclusión:
el sistema de pensiones se recuperará “ad calendas graecas”. Dado que en Grecia
no existían las “calendas” eso no ocurrirá nunca. Por muchos trabajadores que
haya adscritos a la Seguridad Social, ya que sus cotizaciones son muy
inferiores a las que había antes. Y no se podrá cubrir el déficit en las
pensiones aunque trabajen 20 Millones de personas como argumenta el
prestidigitador Rajoy. La mayoría de ellas disfrutará de empleos precarios,
temporales y mal remunerados de baja cotización.
Con
lo cual el futuro que se nos avecina a los jubilados es que nos van a estar
subiendo el 0,25 % anual cuando la inflación en años sucesivos estará alrededor
del 2 % o más. Con lo cual han descubierto un mecanismo maquiavélico de reducir
las pensiones de manera difusa con la pretensión de que los pensionistas no se
enteren. Pero como no somos tontos nos hemos dado cuenta de la jugada.
Todo
el proceso constituye un atraco a mano armada a los bolsillos de los que se
mataron a trabajar y cotizaron durante un montón de años y que de acuerdo con
el artículo 50 de nuestra Constitución debieran estar protegidos. El PP se
dedica a maltratarnos y a aumentar las dificultades para los más mayores en los
últimos años de nuestras vidas. Cuando ya no podemos defendernos por nuestras
limitaciones físicas.
Nuestra
única arma es el voto. 9 millones de pensionistas tienen mucho que decir. Tal
vez sea el único camino para defendernos de estos atracadores. Deberíamos
estudiarlo, organizarnos y ponernos manos a la obra pues sería un buen
mecanismo para intentar revertir la situación. Creo que no existe otro.
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