martes, 3 de octubre de 2023

 

PLASENCIA YA NO ES PLASENCIA, QUE ES UNA GRAN POBLACIÓN

Cuando yo era adolescente, en mi ciudad natal que es Plasencia, se cantaba una coplilla que rezaba así: “Plasencia ya no es Plasencia, que es una gran población, tiene obispo y toda la h…… y hasta coche a la estación”.

En aquellos tiempos de mi mocedad estudiantil, la estación de ferrocarril de Plasencia presentaba bastante más actividad que ahora, ya que estaba en funcionamiento la vía férrea Ruta de la Plata, que unía todo el oeste de España, desde Sevilla a Gijón. En mi época de estudiante el tren correo, movido por máquinas de vapor, salía de Plasencia a las 15,20 horas y llegaba a Salamanca a las 21 horas, después de detenerse en las 22 estaciones del recorrido. Posteriormente entró en funcionamiento un TER mucho más rápido y cómodo, que te ahorraba las manchas de carbonilla porque era diésel.

Hoy instituciones civiles encabezadas por las cámaras de Comercio e Industria de las provincias por las que transcurre la Ruta de la Plata, insisten en la reapertura de esa importante vía férrea fundamental para la circulación de mercancías y viajeros por el oeste de España, sin tener que pasar obligatoriamente por Madrid.

También, aunque ahora en fondo de saco, Plasencia está comunicada por la línea en proceso de transformación a alta velocidad Madrid – Cáceres - Badajoz.

En carreteras, Plasencia ocupa una posición privilegiada, pues por ella discurren la conocida como Vía de la Plata, hoy día autovía A 66, que pasa cercana a la calzada romana que unía Mérida (Emérita Augusta) y Astorga (Astúrica Augusta), y la vía de comunicación con Portugal por el norte de la provincia de Cáceres, actualmente convertida en la autovía autonómica EX A1.

Plasencia es el centro de un “hinterland” del que forman parte las comarcas situadas al norte del curso del río Tajo: Hurdes, Sierra de Gata, los valles del Árrago, del Alagón, del Ambroz, del Jerte, La Vera, y el valle del Tiétar con el Campo Arañuelo. Estas comarcas poseen importantes recursos naturales especialmente agrarios y también hídricos, paisajísticos e históricos que le dan una alta potencialidad.

Plasencia vio frustrada su conversión en capital de una provincia extremeña en la distribución provincial de Javier de Burgos de 1833. Maniobras caciquiles parece que lo impidieron y desde entonces Plasencia pugna por ser el centro y la capital del norte de Cáceres. El profesor de la Universidad de Extremadura, Marcelo Sánchez – Oro, así lo acredita en una reciente entrevista en la que asegura que Plasencia es una ciudad que sabe lo que quiere ser: la capital del norte de Cáceres.

Una nueva comarcalización de Extremadura con cinco unidades territoriales en Badajoz, Mérida, Don Benito – Villanueva, Cáceres y Plasencia podía ser un modelo eficiente para mejor utilización de los recursos públicos y privados.

En general Plasencia, apoyada en sus comarcas, siempre ha sido una ciudad potente constituyéndose en sede de entidades financieras muy importantes como la Caja de Ahorros de Plasencia, que se fusionara con la de Cáceres para formar Caja Extremadura, hoy desaparecida.

También fue un centro militar de prestigio, con un magnífico cuartel, sede del Regimiento de Órdenes Militares nº 37, que tuvo un gran arraigo en la ciudad y que fue eliminado en una reestructuración militar que no le dio nada a cambio a la ciudad, dejándola huérfana de una importante institución. Podía haberse ubicado en Plasencia, en justa compensación, la Academia de la Guardia Civil de Tráfico, que se llevó a Mérida, ciudad muy favorecida ya por su capitalidad autonómica. Desequilibrios patentes.

La ciudad ha llegado a tener 41.000 habitantes y está perdiendo algo de población en los últimos años, tiene ahora 39.800 habitantes, habiendo sido muy afectada por la crisis que comenzara en 2008 y que se llevó por delante algunas empresas muy importantes con sede en la ciudad.

Plasencia está muy lejos de los poderes de decisión extremeños, que la ayudan poco o nada para que se convierta en el referente del norte cacereño, dadas sus condiciones geográficas de centralidad en la zona y de cercanía a los núcleos más importantes de población del área como pueden ser: Navalmoral de la Mata, Coria, Moraleja, Jaraíz de la Vera o Hervás, contando con buenas comunicaciones.

Por no ayudarla, ni siquiera han situado allí las oficinas del Personero del Común, que estatutariamente han de estar en Plasencia. Esta figura todavía no se ha creado por parte de la Junta de Extremadura. Plasencia, se ve que queda muy lejos de Mérida.

Su ayuntamiento ha cometido un error, ya en vías de enmienda, de renunciar inicialmente a una estación nueva sobre la línea de alta velocidad que habría de convertirse junto a una plataforma logística con suelo industrial anexo, en un referente para todo el norte de Cáceres. Esperemos que estas dos actuaciones se lleven a cabo a la mayor brevedad.

Y en materia sanitaria, la situación de su hospital, centrado en el área y con buenas comunicaciones, ha de mejorar hasta convertirse en el de referencia de todo el norte cacereño, otorgándole el grado universitario y de formación.

Mantiene un Centro Universitario, muy activo que imparte cuatro disciplinas: ADE, Enfermería, Podología e Ingeniería Técnica Forestal y que se creó en su origen, gracias a la Caja de Ahorros de Plasencia. Y una delegación de la UNED que doy fe de que funciona estupendamente.

También su monumentalidad, su acervo histórico y su situación, en el centro de unas comarcas bellísimas, la han convertido en un centro turístico de primer nivel en la región y cuenta con un magnífico Parador Nacional de Turismo muy bien valorado por los clientes.

Pero Plasencia necesita un empuje en materia de industrialización. Nuevas industrias relacionadas con las nuevas tecnologías, la agroalimentación o la energía podían ser la solución, para que la ciudad progrese y siga siendo una gran población. El obispo continúa y el coche a la estación creo que también.

Un viaje me obliga a adelantar esta publicación, que va dedicada a mi buen amigo el placentino Moncho Estévez, un enamorado de Plasencia, ciudad para la que siempre desea lo mejor.

 

No hay comentarios:

Publicar un comentario