viernes, 8 de septiembre de 2023

 

¿QUÉ HACEMOS ANTE LA SEQUÍA?

Un episodio de grave sequía afecta a España y a Extremadura región sobre la que centraré mis comentarios.

La sequía no es algo desconocido en la región extremeña, y ha habido sucesos muy graves como los acontecidos en el período 1982 – 83, y la más importante de las que yo recuerdo entre 1992 y 1995. A principios de siglo también hubo incidencias graves entre 2004 y 2006 y más tarde períodos esporádicos secos.

La lluvia, un acontecimiento natural, es el único elemento que puede evitar la sequía. La lluvia es el fenómeno meteorológico que permite que el agua discurra por nuestros ríos llenando nuestros embalses, manteniendo la biodiversidad de los cursos de agua y también recargando los acuíferos subterráneos.

Pero en climas mediterráneos como el de España y Extremadura, la sequía es un fenómeno que no nos debe extrañar y que, según los expertos en cambio climático, aumentará su frecuencia alternándose con períodos de lluvias torrenciales.

La situación actual en Extremadura empieza a ser preocupante especialmente en algunas zonas puntuales como veremos a continuación.

De acuerdo con los informes de sequía prolongada (SP) y Escasez (E) que publican las Confederaciones Hidrográficas en el marco de sus Planes de Sequía (PS) la situación por cuencas es la que se detalla a continuación.

En la cuenca del Guadiana extremeño a fecha 28 de agosto, los embalses acumulaban 1.908,4 Hm3 lo que representa un 23,7 % del total, lo cual es una cantidad muy exigua, estando casi un 1 % por debajo de lo que había el año anterior.

En el Plan de Sequía de la cuenca hidrográfica del Guadiana a fecha de 1 de agosto de este año (últimos datos publicados) marca que, de 11 Unidades de Sequía existentes en Extremadura, solamente hay una en estado de Sequía Prolongada la cual es sinónimo de una sequía meteorológica. Esta sequía es de carácter ambiental y hace referencia a la cantidad de lluvia habida, midiéndose a través de SPI (Índice Estandarizado de Precipitación) de los últimos 9 meses determinados en estaciones de precipitación de la unidad territorial de sequía.

En cuanto a la situación de escasez, que mide la posibilidad de atender a las demandas de los diferentes usos, que equivaldría a una sequía hidrológica, de las 11 Unidades de Escasez en Extremadura, hay 1 unidad en situación de Prealerta, 3 en Alerta, 4 en Emergencia y 5 en Normalidad.

En la cuenca del Tajo la situación es un poco mejor, aunque hay problemas puntuales de abastecimiento a núcleos de población ligados a pequeños embalses poco hiper anuales.

Y ante este panorama ¿qué podemos hacer los usuarios y la administración?

Las actuaciones a emprender las agruparemos en las que habrían de hacerse a corto plazo y a más largo plazo.

A corto plazo hay que optar por actuar conforme se indica en los Planes de Sequía: reducción de consumos tanto en abastecimiento urbano como en regadíos, priorizando en este último caso las superficies de cultivos permanentes. Es preciso hacer un uso responsable y eficiente del agua.

En uso urbano del agua en núcleos de población, reutilizar aguas depuradas que cumplan las normas para el riego de jardines o baldeo de calles.

Obras de emergencia para asegurar el abastecimiento urbano. Una de ellas, de gran importancia en Extremadura, sería la conexión de la presa de Villalba con la presa de Los Molinos y desde aquí con las de Tentudía y Llerena para asegurar el suministro de agua al sur de la provincia de Badajoz muy afectado por la sequía.

Y en casos puntuales recurrir a pozos o sondeos de emergencia. En último extremo habría que acogerse al abastecimiento con cisternas, situación nada deseable.

A largo plazo, si tenemos en cuenta lo que algunos expertos en cambio climático pronostican, que es que habrá períodos de sequía más frecuentes, junto a fases de lluvias torrenciales también más frecuentes e importantes, deberíamos actuar precisamente en la dirección contraria a la que el ideologizado Ministerio de Transición Ecológica, lo viene haciendo hasta la fecha.

Ha de incrementarse la capacidad de regulación de agua, con la construcción de nuevos embalses con tres objetivos: acumular agua en los períodos de lluvias torrenciales para usarla en los períodos secos, laminar más y mejor posibles avenidas consecuencia de las lluvias torrenciales para evitar o reducir daños en personas y bienes y en tercer lugar asegurar los caudales ecológicos sin que interfieran negativamente con la garantía de las demandas de los usos económicos.

Abandonar la política suicida de eliminación de estructuras hidráulicas de regulación, como se viene haciendo hasta ahora desde el Ministerio, sin que se construyan alternativas a las mismas. En los últimos tiempos se han eliminado 108 estructuras de regulación en España, el 45 % de todas las que lo fueron en la UE. Un despropósito. Y todo para favorecer intereses ecologistas, saltándose los intereses generales. En España dado su clima mediterráneo y árido toda regulación es poca. La historia desde los romanos y los árabes así lo demuestra.

Como final todos hemos de hacer una mejor gestión del agua. Uso racional y responsable en el consumo urbano y programas de eliminación de fugas en las redes de aducción y de distribución de los abastecimientos urbanos.

Continuar las políticas de modernización de regadíos buscando un regadío sostenible y exigencia de que las nuevas transformaciones que se proyecten se lleven a cabo cuando existan recursos hídricos suficientes y se diseñen con métodos de riego de alta eficiencia.

Aprovechar las posibilidades de dotar de agua desalinizada a ciertos usos, cuando sea viable económicamente.

Y, por último, es imprescindible eliminar los regadíos ilegales, que extraen agua en perjuicio de los usos legales.

Confiemos en que las últimas lluvias, aunque no muy abundantes en Extremadura, continúen produciéndose y pueda aliviarse la sequía que padecemos.

1 comentario:

  1. Muy bien J Ignacio, como siempre. Tan solo una pequeña discrepancia o matización y es que, los intereses
    Ecologistas son o debieran ser intereses generales, es decir no debe haber diferencia, otra cosa sería los intereses de los grupos ecologistas en donde hay de todo.

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