VÍA
VERDE, VERSUS VÍA FÉRREA
En
ciertos estamentos oficiales de Extremadura, andan de albórbola, alegría y
algazara con la inauguración del tramo de vía verde o camino natural en que han
convertido lo que fuera otrora vía férrea de la Ruta de la Plata, entre
Plasencia y algo más allá de Béjar.
Como
es sabido esta nueva vía verde está situada sobre lo que fue vía férrea Ruta de
la Plata, de la que el tramo entre Plasencia y Astorga fue desactivado para el
servicio de viajeros en 1985 y diez años más tarde para el de mercancías, con
la falaz justificación de que no era rentable. Y posteriormente ha sido
desmantelada la infraestructura viaria y convertida en vía verde ahora. Como si
en Extremadura no existiesen cientos de rutas verdes senderistas para practicar
deporte en contacto con la naturaleza.
La
Junta de Extremadura consintió hace ya 38 años, esta desactivación de la vía
férrea, totalmente contraria a los intereses del transporte en Extremadura, sin
mover un músculo. Pero no sólo eso, la mayor parte de la población extremeña
pasó del tema. Como ejemplo a una manifestación que tuvo lugar en Cáceres por
aquellas ya lejanas fechas creo que no acudiríamos más de 100 personas. Así que
como en tantas ocasiones los extremeños tenemos lo que nos merecemos.
El
eje de la Ruta de la Plata es de orígenes muy antiguos y se remonta a la época
del dominio romano en España. Los ingenieros romanos con la clarividencia que
les caracterizaba diseñaron un eje de comunicación muy importante entre Emérita
Augusta (Mérida) y Astúrica Augusta (Astorga). La Ruta de la Plata se
continuaba entre Mérida y Sevilla y entre Astorga y Gijón. Y constituiría un
eje norte – sur de España de comunicación directa sin tener que pasar por el
centro de la península, como ahora.
En
1896 se inauguró la vía férrea Ruta de la Plata que se mantuvo activa hasta
1985 para viajeros y hasta 1995 para mercancías, casi un siglo de actividad. El
cierre de la línea entre Plasencia y Astorga, dejó a la ciudad placentina en un
fondo de saco y a núcleos tan importantes como la industriosa ciudad de Béjar o
Benavente sin servicio ferroviario.
Las
consecuencias han sido que la eliminación del tramo Plasencia – Astorga y
especialmente el tramo estratégico Plasencia - Salamanca ha dejado rota la
comunicación norte – sur de España por el Corredor Oeste y todas las mercancías
y viajeros han de circular por Madrid, lo que supone no sólo más distancia en
kilómetros, sino más tiempo en la logística del transporte, ya que Madrid es un
cuello de botella por la gran densidad de tráfico ferroviario que soporta.
La
rotura del Corredor Oeste – Ruta de la Plata hace que España esté
desequilibrada, pues mientras se promociona el Corredor Mediterráneo que
favorece al este de España, al Oeste se le deja inerme sin equilibrar el modelo
de transporte y hacer un modelo circular y equilibrado en lugar de uno radial
que favorece a Madrid y al Mediterráneo español.
Un
movimiento ciudadano con las Cámaras de Comercio e Industria de las localidades
y provincias que forman la Ruta de la Plata al frente , está solicitando del
Ministerio de Transporte de España la inclusión del tramo ferroviario Plasencia
– Salamanca en la Red Básica Transeuropea de Transporte y los tramos Salamanca
– Astorga y Mérida – Sevilla en la Red Ampliada, de modo que en el más brevo
tiempo posible se reconstruya el tramo ferroviario Plasencia – Salamanca (unos
120 km de recorrido e inversión estimada de 900 Millones de Euros, financiables
con Fondos Europeos) y seguidamente los otros dos tramos para dejar operativa
otra vez, una línea que nunca debió desaparecer.
En
el oeste español se está produciendo un vaciamiento de población en su
territorio. Precisamente por no contar con un corredor de transporte
ferroviario como es el Corredor Oeste – Ruta de la Plata, que facilitaría la llegada
de industrias a un área que languidece día tras día. Y además el Corredor Oeste
– Ruta de la Plata se convertiría en un corredor multifuncional que no sólo estaría
formado por una línea de transporte de viajeros y mercancías, sino que se
convertiría en un corredor de transporte de energía (hidrógeno verde), y
también de conectividad digital de todo el oeste español.
En
una jornada celebrada hace unos meses en Plasencia se demostró el alto interés
que para muchas empresas radicadas en el oeste de España le supone la
reapertura de la vía férrea Ruta de la Plata. Representantes de industrias
automovilísticas, de logística ferroviaria y agroalimentarias entre otras
manifestaron la necesidad y urgencia de reactivar cuanto antes este corredor,
que además del ahorro en distancia y tiempos para viajeros y mercancías
supondrá un ahorro de emisiones de CO2 en el proceso de descarbonización de la
sociedad en el que estamos inmersos.
El
Ministerio de Transporte parece hacer oídos sordos a la petición del Oeste
español y no ha pedido incluir el tramo Plasencia – Salamanca en la Red Básica
y los otros dos tramos en la Ampliada.
Pero
se va a seguir luchando e insistiendo ante el Parlamento Europeo sobre la
necesidad de reabrir este Corredor Oeste – Ruta de la Plata e incluirlo en la
Red Básica, porque favorece los intereses de España, pero también los de Europa
al facilitar las comunicaciones con ella, y también beneficiaria a Portugal.
Especialmente todo el oeste español resultaría favorecido al mejorar la
comunicación con los mercados europeos, y con los puertos del norte y sur de
España, y desde aquí con América y el Norte de África.
Esperemos
que se imponga la racionalidad y se consiga la inclusión del Corredor Oeste –
Ruta de la Plata en la Red Básica de Transporte Transeuropea y la reapertura de
este eje vital para el desarrollo del oeste español.
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