FICCIÓN Y REALIDAD
En
la España actual se dan diferencias muy notables entre la imagen oficial que se
transmite sobre la situación de la nación y la realidad que se vive en nuestras
capas sociales.
La
España oficial vive en un mundo de gasto imparable y de fantasía. Tenemos una
presidencia y 22 ministerios de los cuáles tres son vicepresidencias, muchos de
ellos sin funciones que justifiquen su existencia, pues sólo sirven para
cumplir compromisos de colocación de miembros del partido que forma coalición
con el socialista.
Es
una elefantiásica administración central, con una gran parte de sus
competencias principales transferidas: sanidad, educación, industria, comercio,
turismo, agricultura o medio ambiente entre otras, que coexiste con 17
administraciones autonómicas, más 2 ciudades autónomas.
Además,
permanecen a nivel local las diputaciones provinciales en todas las autonomías
no uniprovinciales y más de 8.000 ayuntamientos que, a su vez, se agrupan en
mancomunidades. Como puede deducirse, una administración absolutamente
gigantesca que hemos de sostener los españolitos con nuestros impuestos.
Como
por otra parte aspiramos al estado del bienestar, casi todo lo que tenemos lo
hemos conseguido endeudando a España hasta llegar al 120 % de nuestro PIB, una
de las deudas más elevadas de los países de la UE y, además, superando casi
siempre los límites establecidos para el déficit de cada ejercicio. Vivimos
como ricos, cuando no lo somos.
La
reciente cumbre de la OTAN, siendo importante su organización para España, en
mi opinión, se ha excedido en pompa y boato. Con un país endeudado hasta las
cejas, nos permitimos invitaciones con acompañantes y excursiones varias con banquetes
y fiestas sin tasa. Se justifica el dispendio con el argumento de que la cumbre
ha generado ingresos muy por encima de los gastos, sin que exista constancia
demostrativa alguna. Podían haber sido un poco más comedidos.
Y
luego están exageraciones ridículas como la del ministro Albares, asegurando
que esta cumbre de la OTAN ha estado al nivel de la conferencia de Yalta, o de
la caída del muro de Berlín. Sí que podemos presumir de una buena organización.
Pero es que, en España, siempre se han organizado bien estas cosas.
Una
ministra, una secretaria de estado y varias asesoras se desplazan en avión
Falcon oficial, cuando hay un montón de vuelos comerciales, a Nueva York y
Washington a darse un garbeo, sin que nos hayan explicado cuáles han sido sus
actividades concretas que justificaran el periplo, más allá de algún “selfie”.
Ellas podemitas de siempre, que juraban que solamente viajaban en clase
turista. ¡Cómo cambian los tiempos ¡
Pero
la realidad de España tiene otras caras mucho menos agradables que las que
publicita el gobierno en sus manifestaciones públicas.
Somos
el país con más paro de la UE, un 13 % frente al 6,6 % de media europea, y
estamos continuamente manipulando los datos para dar la impresión de que hay
menos desempleo del que realmente existe. La última maniobra ha consistido en
hacer que los fijos discontinuos no figuren como parados cuando no trabajan.
Así se han escamoteado cientos de miles de trabajadores que, estando
desempleados, no figuran como tales.
Frente
a las muestras de despilfarro oficial antes reseñadas, las descritas sólo son
una mínima muestra, nos encontramos con los datos publicados por el INE, sobre
la Encuesta de Condiciones de Vida en España del año 2021.
La
tasa de riesgo de pobreza o exclusión social AROPE siglas de (At Risk of Poverty
or Social Exclusion) ha pasado del 27% en el año 2020 al 27,8 % en el año 2021.
Esta tasa tiene tres componentes: el riesgo de pobreza, la carencia material y
social severa y la baja intensidad en el empleo.
De
igual modo el ingreso medio por persona en el año 2021 ha sido de 12.269 € un
0,2 % inferior al del año anterior.
En
función del nivel de actividad, estaba en riesgo de pobreza el 58,6 % de los
parados, el 17,9 % de los ocupados y el 16,2 % de los jubilados.
La
desigualdad también aumentó. El índice de Gini que toma el valor 0 para
igualdad perfecta y 100 para desigualdad máxima, se situó en el valor 33 en la
medida de desigualdad de ingresos. El año anterior era de 32,1.
El
análisis por comunidades autónomas muestra que el ingreso por persona alcanza
en el País Vasco los 15.544 € mientras que Extremadura es donde menos valor
alcanza el ingreso con 9.500 €. La media de España está en 12.269 €.
Respecto
de la tasa AROPE la media nacional se sitúa en el 27,8 % siendo Navarra con un
14,7 % la de menor valor de la tasa y Ceuta con un 43 % y Andalucía y
Extremadura con un 37,8 % las de más alto valor.
La
tasa de pobreza, una componente de la tasa AROPE, sitúa la media de España en
un 21,7%, siendo Navarra con un 9,8 % la de menor tasa y Ceuta, Andalucía y
Extremadura las de mayor incidencia con un 32,3 %.
En
España el 32,7 % de la población no puede irse de vacaciones una semana al año
y el 8,8 % tiene muchas dificultades para llegar a fin de mes.
Y el
último dato de la inflación eleva la misma al 10,2 % cifra que no se producía
desde hace 40 años. Destacan las escandalosas subidas de los precios de la
energía eléctrica, del gas, de los combustibles y de la cesta de la compra.
Miles de familias están sufriendo graves penurias por esta alza de precios y
Cáritas o los Bancos de Alimentos, constatan como se incrementa el número de
familias a las que atienden.
De los
datos anteriores se deduce que la realidad de la sociedad española es muy
distinta a las proclamas triunfalistas del gobierno y de los partidos que lo
sustentan.
Vista
la cruda realidad, se debería empezar cuanto antes a reducir gastos oficiales
superfluos y en paralelo llevar a cabo una reducción de impuestos, para dar
algo de oxígeno a la sociedad española que lo está pasando francamente mal. Y
dejarse de fastos y fuegos artificiales, que no conducen más que a la derrota
en las próximas elecciones, como vienen apuntando la mayoría de las encuestas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario