viernes, 13 de noviembre de 2020

 

EL ESPAÑOL ES PROSCRITO EN ESPAÑA

Se producen algunos hechos en España, que son inexplicables a la par que increíbles, por no calificarlos de grotescos.

Resulta que el idioma español, hablado por 570 millones de personas en todo el mundo, un idioma universal, el segundo más extendido por el planeta, es atacado con saña y proscrito en el país que ha sido su cuna, en la propia España.

El grado de degeneración política al que ha llegado el sanchismo - redondismo (el PSOE yo quiero creer que es otra cosa), ha permitido que una enmienda en la nueva Ley de Educación, que será aprobada hoy, establezca que el español, deje de ser lengua vehicular en todo el territorio nacional.

El concepto lengua vehicular significa que cuando se hablan varias lenguas en un territorio, la lengua vehicular es la preferente sobre las otras.

La Constitución Española establece en su artículo 3.1 que el castellano es la lengua española oficial del Estado. Todos los españoles tienen el deber de conocerla y el derecho a usarla. El apartado 2 del mismo artículo dispone que las demás lenguas españolas serán también oficiales en las respectivas Comunidades Autónomas de acuerdo con sus estatutos.

 Conclusiones que extraigo de las disposiciones constitucionales:

1 – El castellano es el idioma español, porque es la lengua oficial de España, de toda ella sin excluir ningún territorio.

2 – Aunque no lo diga explícitamente la Carta Magna el español (castellano) es la lengua vehicular en todo el territorio del Estado. Porque es la lengua oficial de España. De toda España, incluida Cataluña, el País Vasco, Galicia, la Comunidad Valenciana y las Islas Baleares.

3 – Ningún idioma autonómico puede prevalecer sobre el idioma español. Como mucho podrá igualarse con él, pero sólo en el territorio en el que sea cooficial. Por lo tanto, el idioma español tiene que ser vehicular obligatoriamente.

Además de lo que dispone la Constitución habrá de tenerse en cuenta lo que dictan la lógica y el sentido común, ése que está tan ausente en muchos políticos españoles. Y el sentido común nos dice que es mejor para un alumno estudiar en español porque es un idioma que tiene infinitamente más posibilidades y le abre unas perspectivas culturales al discente mucho mayores que las que pueda otorgarle un idioma local, con un alto grado de endogamia, al hablarse solamente en un territorio limitado de España.

Es decir, es mucho más conveniente para un alumno formarse en español porque es un idioma hablado por 570 millones de habitantes en un elevado número de países y siendo uno de los idiomas básicos de la cultura universal. Eso no quiere decir que también pueda adquirir el conocimiento del idioma autonómico porque será un plus para su formación. Pero esa es otra historia. No es lógico la prevalencia del idioma local sobre el español por las razones expuestas.

Entre los años 1987 y 1989 impartí clases en un máster de ingeniería de regadíos que desarrolló el IRYDA en Brasil, para formar en técnicas de regadíos a 450 ingenieros brasileños. Mi sorpresa fue que el español, por delante del inglés, era considerado el segundo idioma en Brasil una nación de habla portuguesa, pero en la que el conocimiento de la lengua española era muy demandado. De modo y manera que las bibliotecas de las universidades en las que se impartió el máster, albergaban un gran número de títulos en lengua española que eran utilizados profusamente por los alumnos para su formación.

El interés por nuestro idioma era tal que las clases las impartíamos en una mezcla de español y portugués que se denomina en Brasil “portuñol”. Los alumnos entendían perfectamente esta mezcla de los dos idiomas porque les atraía y les interesaba el uso del español y nuestra cultura.

Así que ante estos ataques que se le infligen al idioma español en la propia España, por unos políticos medio analfabetos, que sólo piensan en mantener sus cargos y poltronas al precio que sea, las Academias de la Lengua y los ciudadanos hispano parlantes de los países de nuestra cultura deben de estar haciéndose cruces sobre los desatinos que estamos cometiendo en España contra nuestra lengua materna que se habla en varios continentes de la Tierra.

Esta nueva Ley de Educación ha de ser recurrida de inmediato ante el Tribunal Constitucional Español, que ya veremos cómo actúa debido a su politización, Montesquieu hace algún tiempo que desapareció de España, y en todo caso ante Tribunales europeos.

Y también sería muy positivo que 47 millones de borregos en lugar de callarse hicieran ver su protesta contra los políticos que permiten estos desmanes perjudiciales para nuestra lengua común. Todavía no he visto posicionarse a la Real Academia Española de la Lengua, esa que limpia, fija y da esplendor. Esperemos que se pronuncien al respecto.

No se puede consentir que para conservar el poder se atente contra principios básicos de un Estado. Y todo ello en contra de la opinión de una gran parte de los habitantes de esos territorios con idioma propio que prefieren que el español sea la lengua vehicular para la formación de los alumnos.

Aunque algunos sostienen que la frase es apócrifa, parece que el canciller de hierro Otto von Bismarck sentenció: La nación más fuerte del mundo es sin duda España. Siempre ha intentado autodestruirse y nunca lo ha conseguido. El día que dejen de intentarlo, volverán a ser la vanguardia del mundo” Pues eso.

 

 

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