viernes, 16 de octubre de 2020

 

AGUA: SITUACIÓN PREOCUPANTE EN EL GUADIANA EXTREMEÑO

El nivel de las reservas de agua embalsada en Extremadura al final del año hidrológico (2019 – 2020) no es muy tranquilizador que digamos. La situación empieza a generar preocupación en la cuenca del Guadiana extremeño. En la cuenca del Tajo el panorama hídrico es un poco más halagüeño.

Para definir la situación se han analizado los datos de la precipitación habida a lo largo del año hidrológico recién finalizado, recogidos por dos estaciones agrometeorológicas pertenecientes a REDAREX (Red de Asesoramiento al Regante de Extremadura) dependiente de la Junta de Extremadura y del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación. Estas estaciones son la Finca La Orden en la provincia de Badajoz y Coria en la provincia de Cáceres.

De igual modo se han examinado los volúmenes embalsados al final de los años hidrológicos 18-19 y 19-20 en los embalses de riego de las cuencas hidrográficas de los ríos Guadiana y Tajo en Extremadura facilitados por las respectivas confederaciones hidrográficas. Y también se ha estudiado la situación de los distintos sistemas de explotación en relación a los índices de sequía permanente y escasez, con datos procedentes de dichos organismos de cuenca.

En lo que concierne a la precipitación acontecida en el año hidrológico 19-20 la lluvia caída en la estación de La Orden ha ascendido a 406,9 mm cantidad que representa el 88, 2 % de la precipitación media anual de los 10 últimos años (461,5 mm). Han llovido 54,5 mm menos que la media decenal. Si lo referimos a la media de la pluviometría anual de los últimos 5 años, que han sido bastante secos, la precipitación es ligeramente superior a esa media quinquenal (389,3 mm).

En la estación de Coria han llovido en el año hidrológico 19-20, 546,6 mm una cifra casi igual a la media de los 10 últimos años naturales (558 mm) y algo superior a la media de los últimos cinco años naturales (475,6 mm).

En cuanto al estado de los volúmenes de agua embalsada la situación es la siguiente:

En la cuenca del Guadiana al final del año hidrológico 19-20 en los principales embalses se acumulaban 2.250,8 Hm3, que suponen el 29,05 % de su capacidad máxima. En el final del anterior año hidrológico 18-19 el volumen embalsado ascendía a 2.852,2 Hm3 que representaba el 36,81 % de su capacidad total.

Al final del año hidrológico 19-20 hay embalsados 601,4 Hm3 menos que el año anterior. En porcentaje representa una disminución del 7,76 %.

Con índice de sequía prolongada en la cuenca del Guadiana extremeño solamente se encuentra el sistema Matachel. Pero en lo que respecta al índice de escasez, que avisa de la posibilidad de que las reservas de agua puedan afectar a los usos económicos al no poder ser atendidas sus demandas con los recursos hídricos almacenados, la situación es algo peor. En Emergencia se encuentra el sistema Piedra Aguda, en Alerta están los sistemas Alange – Barros y Tentudía y en Prealerta se hallan el Sistema General, Alto Zújar, Molinos – Zafra – Llerena y Aljucén – Lácara – Alcazaba.

Esta situación implica que, si el otoño, invierno y principios de la primavera son secos, podemos encontramos con problemas puntuales en los abastecimientos de agua y en serias dificultades para que los embalses puedan suministrar las cantidades precisas para un riego en condiciones normales del total de la superficie regable en el Guadiana extremeño. Así que habrá que estar muy atentos a la evolución de la climatología, para adoptar por parte de la administración y los regantes las decisiones que correspondan. Que principalmente consistirían en una ordenación de cultivos buscando los que sean más productivos por m3 de agua utilizado y en dar prioridad a la salvación mediante riegos de socorro de los cultivos de carácter permanente (frutales principalmente)

En todo caso en el Plan Especial de Sequías de la cuenca se establecen las medidas a tomar en cada nivel del índice de escasez.

Respecto a la cuenca del Tajo la situación es bastante mejor que en la cuenca del Guadiana. Analizando los principales embalses cuyos recursos se destinan al riego los datos son los siguientes:

Al final del año hidrológico 18/19 había acumuladas unas reservas de agua de 756,49 Hm3 lo que representaba el 28,33 % de la capacidad total de los embalses analizados. Al final del año hidrológico 19/20 el volumen acumulado ascendía a 1.189,08 Hm3 equivalentes al 44,53 % del volumen total. En la cuenca del había acumulados 432,59 Hm3 más que el año anterior.

En lo que concierne a los indicadores de sequía permanente y escasez, todos los sistemas de explotación del Tajo extremeño se encuentran en normalidad.

Estos datos nos muestran que la situación en la cuenca del Tajo es sensiblemente mejor que en la del Guadiana y que con un otoño, invierno y comienzo de la primavera en los que se presente un régimen normal de precipitaciones podrían acometerse los riegos de verano con normalidad. Si el período comentado es seco podría haber dificultades en algún sistema de explotación (Tiétar y Árrago que son deficitarios).

En todo caso el mensaje es que se debe ahorrar agua en todos los usos en los urbanos, en los industriales y en los regadíos que es el uso que mayor cantidad de agua utiliza. Y esperar que el tiempo atmosférico de aquí a la campaña de riegos sea lo más lluvioso posible.

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