viernes, 19 de agosto de 2016

ANDALUCÍA

Es un territorio bellísimo. Bañado por las aguas de dos mares, el Mediterráneo y el Océano Atlántico, en él se ubica alguna de las montañas más elevadas de la España peninsular con nieves perpetuas en las cumbres del Veleta en Sierra Nevada.  Engloba llanos inmensos con tierras ubérrimas y ríos caudalosos. Sol en verano y una primavera eterna en algunos parajes.

Más de 87.000 Km2 de superficie es la extensión de Andalucía. Una tierra que al sur mira al continente africano al que casi toca con los dedos y al oeste linda con Portugal con el que comparte océano y extensas playas de arena blanca y fina, además del río Guadiana frontera entre el país luso y España.

Es la Comunidad Autónoma más poblada de nuestra nación. En ella viven más de 8,5 Millones de habitantes lo que da idea de su potencial demográfico.

Sus recursos naturales son muy notables. Abundantes y variados pescados en sus mares: sardina, boquerón, caballa, atún, acedía, pargo, corvina, choco y la exquisita gamba blanca, comercializados en lonjas de la importancia de Cádiz o Isla Cristina a cuyos puertos arriban barcos con variadas capturas que en fresco se sirven a los más afamados restaurantes de España o de la región y que además son la base de una importante industria conservera.

Una agricultura próspera y avanzada en la aplicación de modernas tecnologías que incluyen el cultivo bajo plástico en los invernaderos de Almería o en la fresa de Huelva. Más de 1 Millón de hectáreas de regadío que producen una gran variedad de cultivos: desde cítricos y frutales como melocotón, nectarina o ciruela y diversas variedades hortícolas hasta siembras más extensivas como el maíz, el girasol o el arroz pasando por especies industriales como el algodón.

Un inmenso olivar, parte de él cultivado en secano y otra parte bajo riego localizado, proporciona unos aceites de oliva virgen extra de primerísima calidad. Es muy difícil encontrar un mal aceite en la hostelería andaluza. Siempre te lo ofrecen de una calidad excelente.

Lo anterior junto a vinos muy específicos como los de Jerez, Montilla – Moriles o del Condado de Huelva completan un panorama agrícola de un gran nivel, de modo que la agricultura y la industria agroalimentaria asociada son un importante componente de la economía andaluza.

De igual modo una ganadería de porcino ibérico con productos de primor como el jamón de Jabugo o de vacuno retinto, conforman un sector agrario de primer orden que se completa con un buen número de ganaderías de toros de lidia que pastan sus campos y permiten un aprovechamiento ecológico de sus zonas adehesadas e incluso de ciertos parajes de marisma.

Su mar y sus extensas playas con un clima muy suave en la zona costera y paisajes de interior muy bellos como la Alpujarra, la Axarquía o la Sierras de Sevilla y Huelva junto a las nieves de Sierra Nevada proporcionan alicientes bastantes para que se desarrolle un pujante turismo, cada día de más alta calidad, por el excelente nivel que ofrecen sus hoteles, casas rurales y restaurantes.

El patrimonio monumental andaluz es inmenso. La Catedral de Sevilla y su Giralda, la Mezquita de Córdoba o la Alhambra y el Generalife en Granada son ejemplo de monumentos que están entre los más visitados del mundo. Pero hay muchos más distribuidos a lo largo y ancho de su geografía de paisajes deslumbrantes.

Los andaluces respetan y mantienen sus tradiciones. Sus medios de comunicación amparan y proporcionan una atención constante sobre aspectos tan tradicionales como la fiesta de los toros, tan denostada ahora en otras partes de España, o el flamenco y la copla que tienen su cuna en Andalucía.

Su Semana Santa es un exponente más de la conservación de las costumbres andaluzas. Una mezcla de arte y religiosidad de un pueblo que se aferra a sus creencias en la confianza de que después de esta vida exista otra en la que un Ser Superior compense las muchas desigualdades que se dan en nuestro periplo terrenal.

Empiezan a aparecer empresas punteras como la factoría de Airbus en Sevilla que fabrica componentes para dichos aviones lo que da idea de que también Andalucía puede llegar a ser una potencia industrial.

Hace unos años adquirí una vivienda para veraneo en las playas de Huelva. Es uno de los aciertos más importantes que he tenido en mi vida. Desde entonces aunque soy extremeño puede decirse que considero Andalucía como mi segunda patria chica. Es un privilegio poder disfrutar parte del año de su clima fantástico, de sus paisajes, de sus playas y sus mares y de sus gentes amables y acogedoras.

Por el potencial de sus recursos naturales y demográficos y por los avances de investigación en sus universidades y centros experimentales en Sevilla, Málaga, Granada o Córdoba, Andalucía además de una de las despensas de España, la otra sería mi tierra Extremadura, va por el buen camino para convertirse en una región puntera en el devenir español.

Terminadas mis vacaciones, vuelvo a las andadas. Espero contar con la amabilidad de vuestra lectura. Gracias.



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